Así, porque me apetecía, he estado buscando varios videos de anime elaborados por fans, acompañados de música. Son bastante antiguos, pero me encantan y me pasaba horas viéndolos una y otra vez hace unos quince años. Estos son mis 4 videos musicales de anime favoritos.
4 videos musicales de anime (AMV)
Se llaman «anime music video», AMV para abreviar. Son videos compuestos por fans que homenajean una serie o película, también un videojuego, o cualquier cosa visible, colocándole una canción que, por lo general, no le corresponde en la realidad, que no forma parte de su banda sonora. Sin embargo, el tema le pega muchísimo y le concede otra personalidad.
Para que sea un buen AMV la música debe estar muy sincronizada con las escenas escogidas, de modo que el video resulte agradable de ver, sorprenda y provoque sensaciones en la persona que lo esté viendo. Aunque también vale algún tema musical que pertenezca a la producción que se esté trabajando.
Phantom of the opera, para Magnetic Rose, cortometraje de Memories (Katsuhiro Otomo)
Este peliculón de 1995, Memories, superior en animación a muchos de hoy en día, está constituido por tres cortometrajes. Uno de ellos, el mejor a mi gusto, es Rosa Magnética. De corte de terror espacial, transcurre en una nave espacial antiguamente habitada por una soprano. Los astronautas serán presa de alucinaciones y peligros.
La canción se adhiere por sí sola a esta historia. Versión de Harajuku e interpretada —mantengo dudas— por Kristina Bach, este tema techno del mítico musical de Andrew Lloyd estremece por su potencia y dramatismo trasladados a las imágenes del cortometraje. Ciberpunk puro.
Bring me to life, para Utena, la chica revolucionaria
Otra vez Utena (1997), uno de mis animes favoritos y, ya no lo digo yo, de los más «revolucionarios» en su época. El sentimiento de Utena y Anthy se lleva al extremo del tema musical. Bring me to life, de Evanescence, tiene en su videoclip imágenes análogas al anime. Un hurra para quien compuso este AMV. Siento la calidad, pero es antiguo, de antes del 2006.
Moonlight shadow para Vampire Hunter D: Bloodlust
Llevado por el Drácula de Bram Stoker, Hideyuki Kikuchi creó este fabuloso film sobre el personaje de Vampire Hunter D, que ya fue un fenómeno en 1985. Bloodlust, de 2000, se basó en la clásica novela vampírica con toques, digamos steampunk, con una bella historia de amor.
Justamente una historia trágica, como la que suena en este AMV, con el Moonlight Shadow de Mike Olfield interpretado en versión techno por E-Rotic. Sabia conjunción de imágenes y música para relatar este hito de la animación. La calidad de imagen tampoco es muy buena que digamos.
In the end para Dragon Ball Z: Son Gohan VS Célula
Esto ya es para fans y super fans. Dragon Ball Z estremeció con el combate de Célula contra Son Gohan. Cuando Linkin Park surgió con sus temazos de potentes acordes Youtube se llenó de videos del anime de Akira Toriyama mezclados con los temas del grupo californiano. Esta canción, In the end, le viene al pelo. Otro aprobado para quien lo hizo, porque se nota que entiende.
Hay más, pero no son iguales
Pues sí, existen muchísimos AMV para disfrutar, incluso algunos que utilizan los mismos temas para los mismos animes, pero con otro montaje. Habrá muchos buenísimos, otros pésimos, pero estos son, a mi parecer, los que más me gustan y me seguirán gustando, porque resultan emocionantes. Hace quince años ya se hacían cosas maravillosas e Internet estaba plagado de ellas.
Creo que ya es hora de ir descubriendo nuevos AMV, desde esa época no he vuelto a buscar ninguno más, y los que he ido encontrando no son, que digamos, una maravilla digna de visionar.
Tripulación CosmoVersus
- Administro CosmoVersus y colaboro con la Editorial Gaspar & Rimbau, donde he publicado mi primera obra antológica 'Fantasía y terror de una mente equilibrada' y corregido y anotado los libros de los 'Viajes muy extraordinarios de Saturnino Farandoul', entre otras ocurrencias. Mis reseñas van más allá del mero apunte de si este o aquel libro me ha gustado mucho o no. Busco sorprender y animar a los lectores a leer y compartir mi experiencia personal con los libros, igual que los compañeros de CosmoVersus. Soy muy retro, y no por mi edad, pues a los 20 años ya estaba fuera de onda. Perdón por no evolucionar al ritmo de los tiempos, pero es que soy yo.
