Haré unos breves comentarios de este librito encontrado por casualidad de segunda mano, donde se realiza una antología de cuentos de autores españoles, hispanoamericanos y extranjeros, con variedad de estilos y guía didáctica. Antología del cuento literario es una selección de Miguel Díez Rodríguez.
Antología del cuento literario
Con una breve introducción sobre qué es el cuento, la diferencia entre la novela y su historia desde los comienzos de la lírica popular castellana, comentarios de texto, glosario de términos, crítica y bibliografía, este libro de antología del cuento literario comprende un ejercicio destinado a un alumnado posiblemente de bachillerato, en su época de publicación.
No obstante, en la actualidad creo que sirve igualmente a su propósito y muestra pequeñas joyas de autores con nombre propio dentro de las letras universales. No reseñaré los cuentos aquí, pero indicaré los autores que componen la antología, porque considero que puede resultar de utilidad a los curiosos y aficionados a la lectura.
Fantasía, puesto privilegiado
Como digo, la fantasía ocupa un buen espacio en esta antología del cuento literario, siendo el terror también parte del repertorio. Así tenemos una lista de títulos de necesaria lectura que estoy seguro que a los lectores de CosmoVersus les interesará sobremanera. De igual forma, se obtiene un cuadro variado que encandila por sus estilos propios: Romanticismo, Realismo, etc…, que funciona como muestrario de la riqueza de la literatura española, principalmente, y de la literatura en lengua hispanoamericana y extranjera en particular, al ser la primera la más numerosa.
Autores españoles:
José de Espronceda. La pata de palo; Gustavo Adolfo Bécquer. Apólogo; Benito Pérez Galdós. ¿Dónde está mi cabeza?; Ramón del Valle-Inclán. El miedo; Vicente Blasco Ibáñez. Sancha; Gabriel Miró. El águila y el pastor; Wenceslao Fernández Flórez. La fraga de Cecebre; Ignacio Aldecoa. Balada del Manzanares; José Fernández Santos. Cabeza rapada; José María Merino. El niño lobo del cine Mari; Luis Mateo Díaz. Los temores ocultos
Autores hispanoamericanos:
Horacio Quiroga. El hombre muerto; Ricardo Güiraldes. El pozo; Jorge Luis Borges. El espejo y la máscara; Julio Cortázar. La isla a mediodía; Juan Rulfo. ¡Diles que no me maten!; Gabriel García Márquez. El ahogado más hermoso del mundo.
Autores extranjeros:
Edgar Allan Poe. El corazón delator; Viliers de l’Isle-Adam. El tormento de la esperanza; Oscar Wilde. El gigante egoísta; W.W. Jacobs. La pata de mono; Jack London. Ley de vida; Giovanni Guareschi. Tercera historia; Ray Bradbury. Los largos años; Arthur Conan Doyle. El enamorado de los llanos coralinos.
Cuento destacado: Los temores ocultos, de Luis Mateo Díez
Comento brevemente este cuento, uno de los que más me han llamado la atención en la antología. El autor traslada perfectamente la acción de la historia que el personaje está escribiendo a la trama principal del argumento y nos da una idea, en pocas líneas, del ambiente de su novela. Esto consigue que nos importe más lo que ocurre en la ficción que al escritor/personaje. Además, este no es el único que tiene motivos para temer algo, y Mateo parece, finalmente, proponer un bucle entre lector, personaje y su obra.
Antología del cuento literario. 1985. Varios autores.
Ediciones Alhambra. Colección Humanidades, Clásicos A.J.
Selección y contenido de Miguel Díez Rodríguez.
Formato bolsillo, tapa blanda. 184 páginas.
ISBN: 8420511919
Tripulación CosmoVersus
- Administro CosmoVersus y colaboro con la Editorial Gaspar & Rimbau, donde he publicado mi primera obra antológica 'Fantasía y terror de una mente equilibrada' y corregido y anotado los libros de los 'Viajes muy extraordinarios de Saturnino Farandoul', entre otras ocurrencias. Mis reseñas van más allá del mero apunte de si este o aquel libro me ha gustado mucho o no. Busco sorprender y animar a los lectores a leer y compartir mi experiencia personal con los libros, igual que los compañeros de CosmoVersus. Soy muy retro, y no por mi edad, pues a los 20 años ya estaba fuera de onda. Perdón por no evolucionar al ritmo de los tiempos, pero es que soy yo.
