‘Arcaven’, de Leandro Buscaglia. Capítulo 8: Contienda Antigua

Arcaven, de Leandro Buscaglia. Estamos legando al final de la aventura y parece que los misterios se van revelando. ¿Conseguirá Luriel ganar la partida?

En capítulos anteriores: Luriel emprende la marcha de su ciudad para jugar a Arcaven, un videojuego de realidad aumentada con el que parece enfrentarse, no solo a enemigos virtuales, sino a sus propios miedos y convicciones. Sin embargo, él está seguro de poder conseguir su mayor deseo ganando la partida: enamorar a la actriz Emma Carpenter. Al parecer, muchos misterios se han revelado. Sus guardianes no son más que su propio subconsciente, la criatura aberrante surgió como uno de sus peores temores, que impedían a Luriel , en ocasiones, sacar todo su valor.

Capítulo 8: Contienda Antigua

-1-

El pelado trajo la noticia: Moloch_999 había desafiado públicamente a Luriel. «Tengo curiosidad por este chico que cosechó triunfos en toda América. Estoy aburrido de ganar siempre con tanta facilidad y me dijeron que es tan talentoso que podría entretenerme un rato». Fue entonces cuando la parejita preguntona, la que interrogó a nuestro pequeño durante largas horas de viaje, subió a las redes un documental sobre su vida. No pudimos verlo; por comentarios que alcanzamos a recopilar, sabemos que se trata de un material amarillista de bajo presupuesto. Aún así, hizo explotar la fama de Luriel más allá del juego en menos de veinticuatro horas.

En una televisión del aeropuerto, faltaban dos horas para volar a España, vimos el video donde el gladiador más poderoso del mundo lanzaba el desafío. Nos invadió el desconcierto más absoluto:  Moloch_999 era la criatura aberrante.

Debimos aceptar que solo tenemos explicaciones para una porción de la realidad. Trazar nuestras limitaciones nos permite dejar de invertir energía en razonamientos infructíferos. «Hasta acá podemos explicarlo todo, a partir de acá nuestras fórmulas pierden su eficacia». Y listo. Nos avergonzamos de nuestros excesos, nuestras faltas y nuestra estupidez. Fuimos necios y soberbios todo el tiempo: Luriel podria tener razón respecto a la venda y a la existencia de un «plano profundo».

Luriel no se sorprendió, quedó atento a la pantalla porque después del video de Moloch_999 siguió una entrevista a Emma Carpenter:

—A pocas horas de lo que muchos llaman «la batalla final», que, según expertos, definirá quién será el ganador de Arcaven, este juego que tiene en vilo a todos los adolescentes del mundo, tu has publicado «yo ya tengo a mi ganador», ¿a qué te refieres con eso?

—Bueno, yo se que mi promesa de darle un beso al ganador la hice sin condiciones… Quiero decir, no dije «le voy a dar un beso sólo si es un buen chico» o «solo si gana de tal forma o tal otra». —Su cabello rojizo se hamacaba de un lado al otro—. Sin embargo, encuentro imposible mantenerme neutral. Entonces me pregunté si tenía sentido fingir que no me importa y, cuando termine la batalla, besar a quien sea que haya ganado cuando todo mi ser pide a gritos que específicamente uno de ellos sea el ganador. Y llegué a la conclusión  que no, que eso no tiene sentido… Yo ya tengo a mi ganador, mi beso será para él y no para otro, pase lo que pase.

—¿Podemos saber quién es?

Nuestro pequeño se agarró de la silla; Emma Carpenter apuntó sus ojos color miel hacia la cámara:

—Luriel.

No pudimos ver ni oir más nada: nuestro pequeño cayó desmayado. Cuando abrió los ojos, estaba sobre él la cara sonriente del pelado:

—¿Estás bien? —Su arito dorado pendulaba soltando chispazos de luz.

Recordamos, y le hicimos recordar a nuestro pequeño, todo lo que había pasado para llegar a este punto, el de ver a Emma Carpenter en la televisión diciendo que quería besarlo. Aquel niño que solo tallaba coatíes estaba tan lejano… ¿Cinco meses? ¡Cinco siglos! 

—Por su parte—informó un periodista en la pantalla—, los siempre anónimos desarrolladores de Arcaven emitieron un enigmático comunicado hace pocos minutos: «La fe de un joven abrió el portal: la Contienda Antigua; Jehová y Satanás, materia y antimateria, luz y tinieblas; se coló en el juego y lo estableció como campo de batalla. Nuestra racionalidad está confundida y no puede asimilar que  Arcaven dejó de ser un juego».

-2-

El pelado dormía y Luriel tamborileaba sus dedos en el apoyabrazos.   Oir el zumbido de los motores del avión y ver las nubes desde arriba causaban en nuestro pequeño una sensación que no conocía,  combinación de vértigo y paz. Una azafata le trajo jugo de naranja y  masitas:

—En menos de dos horas llegamos, ¿sabés? En el aeropuerto hay un montón de gente esperando para recibirte… ¿Nunca te quitas la venda?

—No puedo. Lo prometí.

—¿A quién?

Luriel no encontraba las palabras que necesitaba; nosotros no las conocíamos. Se conformó con decir:

—A la Luz.

La azafata asintió sin comprender y se fue.

-3-

Cuando el auto salió del aeropuerto, lo rodeó una multitud de jóvenes eufóricos. Cantaban: «Luriel, guerrero fiel, enfréntate a Moloch y acaba con él» y enarbolaban pancartas. El pelado avanzaba con lentitud. El estéreo reproducía la Suite número cuatro en re menor de Händel. Un muchacho de cejas pobladas y fruncidas gritaba «¡Fuerza!» una y otra vez. Una chiquita, de unos diez u once años, lloraba y golpeaba la ventanilla del auto; las lágrimas saltaban de sus ojos de una forma que nunca vimos, como en un dibujo animado.  Una chica de gorra visera roja y pelo castaño aplaudía desde lejos. Nuestro pequeño, emocionado, lloró.

—Hola, Arcaven —dijo con la voz quebrada—. Quiero cambiar algo en mi escudo. Quiero que diga «Con Emma Carpenter peleo».

En el acero se hizo la transformación: «por» cambió a «con».

Durante los casi cien kilómetros de viaje hasta Lerín, los acompañó una interminable caravana de vehículos. Los padres conducían mientras sus hijos sacaban el cuerpo por las ventanillas con banderas, aplaudían y cantaban.

—Bienvenidos a Lerín —leyó el pelado.

Se metieron por una calle empedrada y la exaltación general aumentó.

…Continuará en el capítulo 9

©Leandro Buscaglia, del texto e imágenes, 2022.

Tripulación CosmoVersus

Leandro Buscaglia
Leandro Buscaglia
Desde 1987 convirtiendo oxígeno en dióxido de carbono. En algún multiverso tengo los astros alineados, en este programo como un artista "posmo" y escribo como un informático conservador. Guionista, creador de las apps ficcionales 'Variante Innsmouth', 'Benjamín' y 'Aislakin'. Tengo cuentos en mi blog y la nouvelle 'Arcaven' en esta nave.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *