Un manga profundo y trágico: Ayako, de Osamu Tezuka. Una vida truncada desde la infancia. Pareciera que Tezuka no permitiera al ser humano ser feliz, pero detrás de toda triste historia, hay siempre otra cara: la del maestro de manga y la del ser humano
La historia de la familia
La familia Tenge recibe a su hijo Jiro al término de la II Guerra Mundial después de haber estado prisionero. Pero Jiro está envuelto en una trama de contraespionaje que le llevará a cometer algún crimen a sangre fría, pues su dignidad murió en la guerra y sus valores del bien y el mal han terminado sus días bajo las bombas. Llevado por la avaricia y la herencia, su hermano mayor, Ichiro, ha sido capaz de ceder a su mujer, Sue, a su propio padre para poder seguir siendo el heredero, tras quedar Sue embarazada.
A partir de estos hechos todos los personajes acaban por verse mezclados en otro terrible crimen, inicio de una serie de injusticias y trágicos acontecimientos que los marcarán para siempre, narrados a través de varias décadas de vida de los personajes.
Trasfondo de Ayako
El trato de Tezuka a sus personajes, algunos de ellos ambiguos, es una de sus marcas personales. Ayako, personaje en el cual se centra la trama, refleja la capacidad de corromperse de una familia rural atada a las antiguas costumbres feudales del Japón más primitivo, que no logra acostumbrarse a la nueva situación tras la II G.M. y la ocupación americana. Con varios frentes abiertos -el contraespionaje, la herencia familiar, los delitos sexuales y el incesto-, el personaje de Ayako nace a la vida con el estigma de los Tenge. Los hechos que enmarcan el desarrollo crean una atmósfera de realidad que envuelve al lector en una crónica histórica donde se mueve el argumento de ficción.
Contenido de la obra
Poco a poco los personajes van transformándose a medida que pasan los años, y yendo más lejos en sus objetivos. A lo largo de esos años la historia de los Tenge se manchará de pecado, de sangre y sufrimiento, como un Macbeth llorando en su trono. No habrá un frente que Tezuka deje abierto: todas las acciones representan un valor moral, del tinte que sea, pero al fin y al cabo es lo que mejor sabe hacer. Contar cómo es el ser humano y captar su ambigüedad para el bien y para el mal. En resumen, una historia de crueldad infinita centrada en su personaje principal, Ayako, la niña que nace de la propia maldad e ignorancia, y que resultará de inevitable sufrimiento a quienes posean una sensibilidad especial.
Mi opinión y Osamu Tezuka
La obra fue publicada originalmente en 1981, ya en época muy madura del autor. Es una de las tantas historias trágicas de Tezuka, considerado «Dios del manga» en Japón —por motivos culturales e históricos—. Desde que leí por primera vez sus mangas —Black Jack fue mi primera aproximación, recomendada además por mi amiga Maricarmen, de la tienda Comix City de Alicante, sobre 1999—, Tezuka ha ejercido su atracción sobre mí por el drama incrustado en sus obras. A veces nos impresiona ver sufrir a los personajes, pero creo que eso no es así realmente. En el fondo, lo que hacemos es empatizar con el sufrimiento, entenderlo y aprender algo de él. Y eso es, precisamente, lo que encontramos en Tezuka.
Ayako, la edición
La edición que he encontrado es de Ediciones Otaku Manga, ya desaparecida, pero que considero de buena calidad, si no fuera por las portadas que, al igual que hizo Planeta con algunas obras de Tezuka, incluyen una ilustración ajena a nuestro mangaka, lo que, como lector y fan, me sugiere una falta de respeto a los lectores y un sinsentido impertinente —sin que esto signifique un menosprecio por el artista en cuestión—.
—Ayako, de Osamu Tezuka. Tomos 1 y 2, obra completa.
B/N. 704 páginas. Otaku Manga, colección clásicos. 2004.
Traducción: Marta E. Gallego y Emilio Gallego Zambrano.
Ilustración portadas: Ana María Mateos Delgado.
ISBN: 84-96172-73-2
Tripulación CosmoVersus
- Administro CosmoVersus y colaboro con la Editorial Gaspar & Rimbau, donde he publicado mi primera obra antológica 'Fantasía y terror de una mente equilibrada' y corregido y anotado los libros de los 'Viajes muy extraordinarios de Saturnino Farandoul', entre otras ocurrencias. Mis reseñas van más allá del mero apunte de si este o aquel libro me ha gustado mucho o no. Busco sorprender y animar a los lectores a leer y compartir mi experiencia personal con los libros, igual que los compañeros de CosmoVersus. Soy muy retro, y no por mi edad, pues a los 20 años ya estaba fuera de onda. Perdón por no evolucionar al ritmo de los tiempos, pero es que soy yo.
