‘Cielo de medianoche’, 2020 [Reseña]

Cielo de medianoche, cómo nos engaña la industria del cine. Ya sabemos que cada uno tiene sus gustos, que lo que le parece bien a uno, a otro no, y todo eso que me voy a ahorrar. Pero lo que no puede ser es que te presenten en envase deluxe un producto que no va a satisfacer ni a las masas más comerciales. En eso estoy para explicar mi crítica a esta película.

Cielo de medianoche, cómo nos engañan

Nunca antes me había indignado tanto después de ver una película. Así que hoy me propongo despotricar a base de bien. Lo primero que puedes pensar después de ver el tráiler, de que Netflix te meta caña con que es la número 1 en sus listas de visualizaciones, es: «¡Oh, George Clooney dirigiendo! Qué buen actor, garantía de peliculón. Y qué escenas más emocionantes». En mi caso, no vi todo el tráiler porque tenía tan buena pinta que no quise que me desvelara nada más y así disfrutar la película.

Decepción

Como todo, empieza bien, pero a medida que avanza y «no pasa nada», te preguntas realmente cuál es el tema de la historia, qué propósito tiene, su finalidad, vamos. Qué quiere mostrarte. Aquí veo el primer error. Y a partir de ahora, ¡cuidado, viajeros y exploradores del CosmoVerso!, porque voy a destripar la película con todo detalle! Podéis esperar a verla y después, leerme, pero ya os digo yo que no os perdéis nada.

Augustin las pasa canutas en la nieve. Quizá la buena interpretación salve a Clooney.

La trama

Antes de empezar, explicaré un poco la supuesta trama. Una expedición a una luna de Júpiter, K-23, que ha resultado habitable, vuelve a la Tierra después de 2 años, de misión —eso creo haber entendido— con claves y estudios para avisar de que se puede empezar a llevar gente allí. Es la única misión activa, de nombre Ether, que Augustine, un científico que se queda en una base del Ártico, encuentra para avisar de que una niña que no suelta ni pío se ha quedado allí, después de que todos los que se encontraban en la base fueran evacuados a un lugar indeterminado. Intentan despistarnos con «alguien» que no saben dónde está mientras suben al helicóptero…

Augustine pierde la comunicación y decide ir con la niña a otra base que, según sus radares, tiene mejor comunicación. Mientras, la expedición atraviesa dos concentraciones de deshechos estelares y sufre daños. Augustine logra llegar a la base y hablar con la nave. Esto es, a grandes rasgos, la película. Y no pasa nada.

Impresiones

Dos horas de película para no llegar a ninguna parte. No puedo contar con que los errores científicos puedan desacreditar a la película, porque la mayoría de películas los tiene, y estamos acostumbrados. Aquí de lo que hablamos es de ciencia ficción, y podemos ahorrarnos el desquite por eso. Pero a lo que íbamos: ya de entrada la duración de la película es innecesaria, porque alarga escenas y mete rellenos que no tienen ningún sentido ni enriquecen la historia.

Personajes

No me han llegado al alma. Ninguno. He leído artículos donde dicen que «al final lloras», «que es una historia que entristece», pues bien: conmigo no ha sucedido así. Será que tengo el corazón más frío que la base científica de la película. Ni siquiera la muerte de Maya después de un «ataque» de escombros estelares» que no ven venir con toda la tecnología que tienen, me dio pena —a pesar de que dicen que el radar no funciona… esas cosas se ven al acercarse, porque son escombros que están flotando, no van de carreras de aquí para allá—. Y no es porque me alegre, es que los personajes, nada trabajados, no inspiran emoción alguna al público. Quizá un corazón sensiblero e inocente pueda llegar a quererlos. Por mi parte, ni están perfilados ni tienen suficiente espacio en la película como para que los quieras un poco.

Ni Iris, la niña «muda», por muchos ojitos que ponga, es capaz de despertar simpatía. Al contrario, el hecho de que guarde silencio constantemente impacienta, vamos, que yo soy el protagonista y le doy dos tortas para que aprenda a respetar a sus mayores.

La parejita, Adán y Eva. Permitidme dudar que entre dos puedan iniciar una civilización teniendo solo hijos propios y sus hijos entre ellos.

Cosas irreales

En ciencia ficción existe mucha fantasía, pero otra cosa es jugar con cosas «reales» dentro de lo irreal. No tiene nada que ver el hecho de que la comunicación a millones de kilómetros en la Tierra sea instantánea. Esto lo pasaré porque igual, en treinta años, existe suficiente tecnología para salvar este obstáculo. Pero que me plantes a un señor que cae al agua en plena Antártida, bajo cero, y se ponga a bucear, y no le pase nada: ni se ahoga, ni se congela, ni nada… es para película de James Bond. Un hombre que, además, se está muriendo y se tiene que «limpiar» la sangre con un cacharro todos los días, supuestamente, y además no puede ni respirar.

Cataclismo global

Uno de los recursos fáciles en una película es «no mostrar» y mantener en misterio ciertos elementos que desatan la trama. En este caso, no sabemos qué pasa en la Tierra, por qué «se muere» la gente, hablan de que ya no hay dónde resguardarse, de que la gente está enfermando… Y encima te cuelan una imagen de la Tierra desde el espacio rodeada de nubarrones marrones. Ya sabías de antemano que las principales estaciones de la Tierra no respondían, y la Ether no sabe por qué. Pues ya lo sabes. Porque la Tierra está destrozada. En dos años ha debido pasar algo que no explican ni por asomo. Error: precisamente eso le habría dado más dramatismo a la historia, y se ha conseguido el efecto contrario. Me quedo igual, frío, impasible. Si no me cuentas más, no despiertas mi interés.

Flashbacks

Completamente innecesarios. Solo te muestran retazos del pasado de Augustine hace 20 años, cómo conoció a una señorita que lo abandonó porque el señorito solo se dedicaba a su trabajo, mientras le decía que «no estoy embarazada». Pero él, a lo suyo. Tiempo después, ella lo visita en una estación científica y se despide, parece que tiene a alguien esperándole en el coche. Estos flashbacks no parecen tener peso ni desvelar nada importante, porque la historia tampoco los necesita. Luego se explicará más, pero hay otros detalles que quiero comentar.

Odiosas comparaciones

Se habla mucho de la película Gravity comparándola con Cielo de medianoche. Nada que ver. Precisamente me vino a la memoria mientras veía a Jorge dar tumbos en la nieve a cargo de una niña impertinente como destructiva. Gravity me aburrió pero tenía más tema que esta, quitando esas piruetas en el ataque de la basura espacial, más propias de Fast and Furious; y que por cierto, en el paseo espacial para arreglar daños pasa lo mismo que en Cielo de medianoche: un tripulante es atravesado por un bólido de chatarra que va más rápido que un rayo de luz. Pero aquí, con más cuidado, no vaya a herir la sensibilidad del público, porque más ñoñería que esa no podía caber.

Si en 2010: Odisea 2 era imposible, no creo que K-23 sea científicamente viable.

Who’s that girl?

Había dos opciones: que la niña fuera producto de la imaginación de Augustine o que en realidad estuviera allí y tuviera una misión en la historia, que pasara algo más, que explicaran por qué y qué destino tendría. Resulta ser lo primero. Esa niña no existe, al menos allí y tal como él la imagina. ¿Qué pasa entonces? ¿Cómo lo descubrimos? Al final, cuando la Ether, que ya ha llegado cerca de la Tierra —y eso que estaba a millones de kilómetros, esto deja a Star Trek como un principiante, porque nada se habla de meses transcurridos—, Augustine habla con una de las tripulantes de la nave, y ella descubre que quién es él. Gracias a su trabajo ella se animó a ser astronauta, así que la muchacha se lo agradece, y le dice cómo se llama. Augustine llora tristemente, porque es Iris, la niña que está con él pero que, de pronto, ha desaparecido de su lado.

¿Ha sobrevivido Augustine gracias a sus imaginaciones? ¿Era esta la misión de la pequeña Iris inexistente?

Engañar

¿Me puedes explicar cómo lo sabe? Se ve en ese momento otro flashback sin sentido en el que aparece Iris, la misma niña que él ha salvado, en el coche con su ex-amante, la que lo dejó y en el momento de aquella despedida en la base científica la llevaba en el coche. Pero, si él no la vio. Ni la conoció. ¿Cómo sabe que es ella, y cómo sabe cuál es su aspecto? Esto es un engaño al público, y odio y detesto las películas que intentan tomarme por tonto. Otro recurso narrativo más en Cielo de medianoche que está muy desgastado por otras tantas películas, igual o peores que esta. Intentar despertar interés con una historia pasada y que no tiene lógica es siempre un punto en contra.

Hay quien dice que Iris es hija de Augustine. ¿En serio me cuentas que la mujer lo abandonó sin decirle que tuvo una hija con él? Pero, ¿por qué la relaciona con la niña? ¿Acaso la conoció más tarde? Es que no te dicen nada, ni pistas, ni claves. Y te lo muestran tan «telenovelero» todo que hasta parece bonito y justificado, pero esto es Hollywood. De todas formas, a mí ni fu ni fa.

Destinos

De todos los tripulantes de la Ether, hay dos que deciden bajar a la Tierra, a sabiendas de que, posiblemente, vayan a morir —hablan siempre de contaminación… pero ¿qué es exactamente? Si es que no explica nada… ¡Señor guionista, otro mes que no cobra!—. Pero quieren estar con sus familias. Bueno, lo entiendo y lo siento por ellos. Pero… Iris y su novio —que no lo he mencionado antes, Iris tiene un novio y está embarazada—, son los que quedan en la nave, después de que Maya muriera por la chatarra espacial —por cierto, lo llaman así pero son piedras y deshechos de meteoros, o asteroides… no lo sé, pero son pedruscos—.

Iris: prometedor personaje que termina decepcionando. Lo de «calladita estás mejor» no se le puede aplicar.

Nueva humanidad

Aquí viene otra buena: deciden volver a K-23, para empezar una nueva vida en un lugar lleno de naturaleza. Justo después de que uno de ellos advirtiera a los demás que si volvían atrás «morirían», ¡y no tenían combustible suficiente! ¿Me tomas el pelo? Ahora me vas a decir que «donde dije Digo, digo Diego». Y claro, con dos van a repoblar la civilización, mezclando constantemente su ADN y a saber qué tipo de humanos salen de ahí. Lo siento, pero Mecanoscrito del Segundo origen me parece más verosímil por las circunstancias. Por cierto… ¿me explicas también por qué hay una embarazada en una misión espacial a millones de kilómetros de la Tierra? Con los peligros que entraña eso… o ¿acaso la ciencia ha avanzado tanto que no supone problema?

Porque, si las consecuencias del viaje espacial son nocivos para el cuerpo humano, científicamente probado y explicado, ¿para un feto no? Si es así, no se explica. ¿Tendré yo que inventarme toda la película para encontrar respuestas?

Refrito de éxitos y fracasos

Increíble que un producto como este levante tanta expectación. Y el hecho de que caras conocidas se junten para tal desaguisado no va a hacerme cambiar de idea. Por lo que he comprobado, los medios arden con exabruptos a esta película que ha recogido lo peor —en técnica narrativa— de la historia del cine moderno. Y es que pareciera que está montada a partir de retales y han resumido con trozos al azar toda la trama.

Salvando distancias, me ha olido también a una Interstellar barata, sin sal ni pimienta, de Todo a 100 pero con un presupuesto astronómico, sin base científica, con una historia de culebrón patético; a Avatar —esas imágenes arcadias de K-23, imposibles de concebir en esta época, más propias de la imaginación de hace tres o cuatro décadas y más allá—. En definitiva, un desastre sin gancho ni motivación.

Sin aliento

Y ya que lo he soltado todo, pese a que no soy un crítico de cine reconocido, ni especialista, creo que sé lo suficiente como para desentrañar una película que hace aguas por todas partes: no tiene ritmo porque no tiene historia; el cuento de la niña que se imagina el protagonista y que resulta que existe no tiene fundamento: ¿la radiación o lo que sea que le afecta le ha dado poderes? Los diálogos se caen y se contradicen, como ya he explicado. Los flashbacks no explican ni vienen a cuento.

cielo de medianoche
La increíble Ether. Muy moderna pero con antena parabólica…

La relación fantasía/ciencia ficción está descompensada y exagerada. Tiene muchos puntos débiles, vacíos e inexplicables, y no te dan suficiente masa como para hacer más pan: o lo que es lo mismo, no puedes sacar conclusiones porque no hay pistas, no puedes despejar X porque la ecuación no está bien planteada. Sobra metraje, aunque mejor diría que sobra todo; se hace muy pesada, esperas a ver algo que te quite el aliento, que te sorprenda, y que no llega. Un rompecabezas con piezas que no encajan.

Veredicto final

Vamos, que ni las frases pseudo-poéticas del final y que suenan a expresión de agenda motivadora del Ale-Hop pueden salvar lo insalvable. Mejor que la película se pierda en el espacio y el olvido. Aunque será difícil olvidar tal barbaridad. Tampoco sé cómo será la novela de Lily Brooks-Dalton, de la que se ha basado la película. Esto ya no puedo juzgarlo porque no la he leído.

Como dirección, pues no tengo mucho que decir, porque tampoco he visto que lo haga mal George Clooney; ambientación, efectos especiales de videojuego, música… una cosa no quita la otra, y en estos aspectos no voy a entrar porque hacen su función. ¿Cuál es la pega entonces? La historia y su narrativa, tan aburridas como incoherentes. Por último, pido disculpas por los posibles fallos de «percepción» que pueda tener a la hora de justificar mi crítica.

Y hasta aquí, mi visión particular de Cielo de medianoche. Me despido ya, viajeros y exploradores del CosmoVerso. Espero que la próxima vez elijamos mejor la película que ver, y filtremos más los tráilers, no nos aventuremos ni fiemos por la publicidad ni los «consejos» de nadie, ni de la plataforma que se lleva la pasta.

Disfrutad el tráiler. No es necesario ver la película.

Tripulación CosmoVersus

Marcos A. Palacios
Marcos A. Palacios
Administro CosmoVersus y colaboro con la Editorial Gaspar & Rimbau, donde he publicado mi primera obra antológica 'Fantasía y terror de una mente equilibrada' y corregido y anotado los libros de los 'Viajes muy extraordinarios de Saturnino Farandoul', entre otras ocurrencias. Mis reseñas van más allá del mero apunte de si este o aquel libro me ha gustado mucho o no. Busco sorprender y animar a los lectores a leer y compartir mi experiencia personal con los libros, igual que los compañeros de CosmoVersus. Soy muy retro, y no por mi edad, pues a los 20 años ya estaba fuera de onda. Perdón por no evolucionar al ritmo de los tiempos, pero es que soy yo.

2 comentarios sobre «‘Cielo de medianoche’, 2020 [Reseña]»

  1. Hola, justo acabamos de ver la película y recibí esta entrada de blog. Y he venido a ver qué te parecía. Me ha hecho gracia tu crítica porque te imaginaba todo el tiempo sentado viendo la película súper indignado y diciendo cosas tipo: ¡venga ya!, ¡sí, claro! ¿y qué más?

    A mí me gustó, pero no quita que no vea que tiene incoherencias. Lo de Jorgito buceando bajo la capa de hielo estuvo muy fuera de lugar. Y lo de la nave que no puede dar la vuelta porque está sin combustible pero que después de dejar a los pasajeros que quieren regresar a Tierra, ya puede dar la vuelta no tiene mucha explicación.

    Yo lo de la niña entendí que era su hija y que la ex le dice que no está embarazada para romper cualquier posible cadena que les ate. Pero igual es simplemente que siempre pensó que le debía a la ex una compensación por todo lo que le hizo pasar y porque se arrepentía de que la hija no fuera de ambos. Y entiendo que el tratamiento le hace alucinar y ve a la niña porque es la única razón que tiene para vivir y lo que le da fuerzas: salvar a su hija y también a la humanidad. Pero vaya, igual lo he entendido mal.

    Me recordó un poco a Solaris por el hecho de que su imaginación está desatada y le hace actuar en base a lo que su cabeza le muestra. También por la fotografía y lo pausado del metraje.

    1. ¡Frida! Me has descrito completamente, ¡lo que he podido reírme! Sí, estaba resoplando y soltando bufidos todo el tiempo, así, tal como lo describes jejejeje. Pues prepárate, que mañana cargo contra ‘Stargate Orígenes: Catherine’.
      La película, depende de con qué ojos la veas, claro. A mí me pareció eso, con tantas incoherencias, y en resumen, falta de atractivo. ¡Nos vemos por las redes cósmicas!

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