‘El Anacronópete’ y el viaje en el tiempo. Enrique Gaspar y Rimbau (1887)

Nunca sabes lo que vas a encontrarte cuando abres por primera vez un libro tan singular como lo es El Anacronópete, del que ya hablé hace unos meses tras haberlo descubierto. Solo que ahora, finalmente, y ya leído, comentaré mis impresiones sobre él.

El Anacronópete y el viaje en el tiempo

Escrito en 1881 pero publicado en 1887 por el español Enrique Gaspar y Rimbau, El Anacronópete es —y no porque yo lo diga, sino porque tras su lectura se siente— una referencia de la literatura de ciencia ficción española, por desgracia muy desconocida pero nombrada numerosamente en la red. Como he dicho, la obra fue concebida en 1881 originalmente como zarzuela, pero debido al alto coste técnico se descartó su representación y se relegó al olvido… momentáneamente.

Contexto

No olvidemos que su autor escribió ante todo zarzuelas, y ese toque tan español queda patente en esta obra. Personalmente la recomiendo a lectores que tengan en su biblioteca a autores como Julio Verne y H. G. Wells, pero su narrativa y vocabulario puede ser un tanto chocante a la hora de enfrentarse a su lectura. No quiero decir con esto que sea difícil, solo que es diferente. Y dejando a un lado estas diferencias —muy leves—, puedo asegurar que no falta humor, una de las características más notables del libro.

Se ha hablado de influencias de otros autores sobre Enrique Gaspar a la hora de escribir El Anacronópete, aunque en mi opinión lo pongo en duda, ya que creó esta obra en unas décadas en que los avances científicos y el interés general en la ciencia copaban el ámbito social tanto en Europa como en Norteamérica; esos años en que Julio Verne desencadenaba todo su potencial con sus novedosos viajes imposibles.

anacronópete
Imagen icónica del diseño del Anacronópete.

1887, la fecha clave

1887 es, además, como otros años, un ciclo donde las artes, las ciencias, la filosofía… tienen fechas destacadas con descubrimientos y creaciones. Fue también el año en que originalmente se inauguraba la Exposición Universal de Barcelona, que se retrasó al año siguiente; y en 1889 se realizó en Francia, que es la Exposición Universal en que se desarrolla el comienzo de El Anacronópete, un nombre curioso que deja patente su significado a partir de varias raíces griegas: ana (atrás); cronos (tiempo); pete (que vuela).

Es raro que sea un invento español

Puede resultar chocante pensar que tal despliegue de imaginación -explicado más adelante- pueda ser resultado de una mente española y más en ese siglo, lo que nos haría caer en una terrible infravaloración de nuestro pasado inmediato y nuestra cultura, y más en lo que se refiere a ciencia ficción y a máquinas del tiempo, cuando siempre hemos pensado que el rey de los viajes temporales era H. G. Wells -sin quitarle mérito alguno, puesto que soy lector de sus obras-, pero en ocasiones los medios olvidan a los precursores y menosprecian a sus antepasados.

Don Sindulfo a Benjamín:

-De ningún modo. Nosotros podemos asistir como testigos presenciales a los hechos consumados en los siglos precedentes; pero nunca destruir su existencia. Más claro; nosotros desenvolvemos el tiempo, pero no lo sabemos anular. Si el hoy es una consecuencia del ayer y nosotros somos ejemplares vivos del presente, no podemos, sin suprimirnos, aniquilar una causa de que somos efectos reales (…). Figúrese que somos una tortilla hecha con huevos puestos en el siglo VIII. ¿No existiendo los árabes, que son las gallinas, existiríamos nosotros?

Benjamín recapacitó un momento, después de lo cual repuso:

-¿Y por qué no? Aun admitiendo la hipótesis de que ambos seamos descendientes del moro Muza, el evitar que éste y los suyos penetren en España no impide nuestra existencia. Yo no destruyo las gallinas; lo que hago es obligarlas a que sigan poniendo en África. (…)

Don Sindulfo se mordió los labios no encontrando refutación al argumento de su amigo que él calificó de paradójico (…).

‘El Anacronópete’, de Enrique Gaspar, 1887.

El viaje en el tiempo de don Sindulfo

En El Anacronópete, su protagonista, Don Sindulfo García, científico, establece y desarrolla una teoría sobre la retrogradación de la materia en los viajes temporales, posibles al navegar a través del aire deshojando las capas temporales físicas. Esto lo explica en una brillante disertación científica. Don Sindulfo construye una máquina a modo de «caravana» o «casa» de dos pisos de altura y diseño extravagante, donde hay habitaciones, baño, cocina, despensa…

En cuanto a la retrogradación de la materia, si ésta no es envuelta en el «fluido García» -un fluido especial de su invención-, se irá convirtiendo poco a poco en su estado original; así una prenda de seda se convierte en gusano y capullo, la carne humana rejuvenece… a esta acción de proteger de la retrogadación lo llama inalterabilidad. Estos dos procesos serán importantes en el desarrollo de la historia.

Enrique Gaspar
Enrique Gaspar

Estructura de la obra

Existen tres partes en la narración de los viajes temporales de Don Sindulfo y sus acompañantes. La primera es la presentación de la máquina y los personajes principañes de la historia, y todo ello en un escenario espectacularmente descrito por Gaspar: la Exposición Universal de Francia de 1889, evento que don Sindulfo aprovecha para explicar al público en qué consiste su Anacronópete y decide ofrecerles una demostración.

La segunda parte comienza con el inicio del viaje, en que pasan por diversas épocas recientes y pocos siglos atrás.

Para finalizar, la tercera parte empieza en el aterrizaje en China y los peligros a los que se enfrentan allí.

Don Sindulfo a Juana:
-Más valdría que te entretuvieses en limpiar la chimenea que tiene un palmo de hollín y un regimiento de telarañas.
-Y la creación entera encontrará usted ahí. Eso es la obra del tiempo. Si puede que desde que usted ha nacido no le hayan pasado un escobón.
(…)
-Pues entretente -añadió- en quitar las capas de basura y verás cómo consigues sacar a la luz los hornillos.
-¡Ay! No me haga usté reír. Pues si eso fuera posible ya se hubiera usted puesto como nuevo rascándose con un cuchillo las capas de años que le sobran.

‘El Anacronópete’. Enrique Gaspar. 1887.

Riqueza de elementos

Puedo describir fácilmente y de manera clara los elementos que convierten El Anacronópete en una obra clásica, puramente española y que se gana la categoría de «novela de aventuras y ciencia ficción». Nos encontramos con la variedad de escenarios históricos y de civilizaciones, como las batallas comunales en Francia, la guerra de Tetuán e Isabel la Católica en España, sucesos en China, Pompeya… gracias a que Enrique Gaspar fue embajador español en China y pudo viajar a lo largo de muchos lugares, sin contar con sus conocimientos de Humanidades y otras disciplinas.

¿Pero solo esto convierte esta obra en un clásico de aventuras? Todavía hay más: la descripción de momentos históricos precisos en los que se descubren algunas otras claves y detalles históricos desconocidos para el público de aquel momento; giros inesperados en los planes de don Sindulfo que acarrean momentos de tensión, humor y peligro; misterios y paradojas temporales… ¡y la búsqueda del secreto de la vida eterna!

Exposición Universal de Francia de 1889. Foto extraída de Peru.com
Exposición Universal de Francia de 1889. Foto extraída de Peru.com

Tópicos de aventuras

En fin: doncellas en peligro, huidas por los pelos, resurrecciones, desapariciones, misterios sin desvelar, conjugación perfecta entre ciencia y religión… y mucho, muchísimo humor en las personas de don Sindulfo y la criada de su sobrina Clara, llamada Juana, la de Pinto, la maritornes, sin duda un personaje digno de sobresalir en la obra. No podía faltar la religión, que tiene un papel fundamental en los últimos acontecimientos de la obra, relacionados con el principal objetivo del viaje intertemporal: la búsqueda de la vida eterna. El Anacronópete viene a ser algo así como la extensión de las zarzuelas de Gaspar en un estilo narrativo diferente, atrevido.

Españolidad de El Anacronópete

Ingredientes todos estos bien ligados al imaginario pulp. En definitiva, El Anacronópete es una obra adelantada a su tiempo, a la altura de otros grandes escritores de la época. Sobresale por su imaginación, la tenacidad de los sucesos narrados, el lenguaje a la vez culto y español. Un título del que sentirse orgulloso, con un final que puede sorprender, enfadar o indignar según el tipo de lector que seas; pero un final… ¡típico español!

¿Por qué insisto tanto en la españolidad de esta obra? Por su genuinidad al integrar a nuestro territorio un argumento que solemos relacionar más propiamente a autores europeos o norteamericanos y ensamblar elementos culturales españoles con gracia e inteligencia.

Personajes

Ante todo el perfil de los personajes, muy estereotipados pero encajables perfectamente en una historia de este tipo: el científico loco, la sobrina encantadora, la criada insolente, el enamorado soldado valiente… todos ellos rodeados de matices culturales y sociales de la España de esa época, como la exaltación de lo nacional, la religión, las costumbres del pueblo llano y de la burguesía.

El Anacronópete. Gaspar&Rimbau Editorial

«(…). Mi propósito nadie lo ignora, es retroceder en el tiempo, no para detener el continuo movimiento de avance de la vida, sino para deshacer su obra y acercarnos más a Dios encaminándonos a los orígenes del planeta que habitamos.»

Don Sindulfo García, ‘El Anacronópete’, de Enrique Gaspar. 1887.

¿A dónde se dirigirán los protagonistas volando a través del tiempo dentro del Anacronópete? ¿Tendrán consecuencias paradójicas sus intervenciones en el tiempo y la historia? ¿Qué peligros les esperan en las distintas épocas y civilizaciones visitadas? ¿Serán refutadas las teorías de Don Sindulfo?

Ciencia y fantasía

Por primera vez en literatura se establecen, por boca del protagonista inventor, don Sindulfo García, las bases «científicas» para el funcionamiento de la máquina y de la regresión temporal. Su frase más significativa lo resume todo: El tiempo es la atmósfera, según dice García, para explicar cómo se deshacen las capas de la atmósfera girando en dirección contraria a la rotación de la Tierra a una velocidad concreta.

Esto, haciendo un esfuerzo de memoria colectiva y popular, nos lleva a la película de Superman (1978), cuando Kal-El vuela rápidamente alrededor de la Tierra en sentido contrario a su rotación para que el tiempo vuelva atrás y así salvar la vida a Lois Lane.

Paradojas

Y, por primera vez, también se establecen las paradojas temporales, explicando lo que décadas más tarde se llamará la paradoja del abuelo, tal como he explicado más arriba. De esta forma la novela nos introduce en la iniciación a lo que hoy en día tenemos normalizado, con variaciones aquí y acullá, sobre las producciones y obras de viajes en el tiempo. Ahí radica también la novedad de El Anacronópete.

Ediciones e influencia

Si bien la novela supone todo lo que he hablado en este artículo, lamentablemente no ha causado el furor de otras obras ni la importancia y peso en el imaginario colectivo, debido, quizá, a múltiples aspectos. Uno de ellos es que la edición, en 1887, fue escasa y no volvió a reeditarse debido a que la editorial quebró. Si a esto le sumamos que no tuvo ediciones extranjeras, el desconocimiento del gran público fue completo… hasta nuestros días.

Principalmente todo ello arrojó a El Anacronópete al olvido, y sin embargo nos encontramos ante una obra de mayor importancia y calado en la cultura de su época a nivel novedoso, tanto científica como literariamente.

Barbaridades que se escuchan sobre El Anacronópete

No deja de sorprenderme las barbaridades que he tenido que oír o leer sobre la novela. En astas circunstancias me viene a la mente José Mota con su famosa frase de la Vieja del Visillo: «Ay Señor, llévame pronto»… No es para menos. Desde herejías tales como que esta obra fue prohibida en su época —se me engarrotan los dedos al escribir— hasta el hecho de que es ilegible, aburrida.

Tengamos en cuenta que estamos hablando de una novela escrita hace 130 años, obviamente la lengua era diferente y más culta a la de hoy, acostumbrados a, perdón por la expresión, hablar y balar como borregos. Nada tan sencillo como comprobar que se lee perfectamente, como veis en los extractos que he incluido. Quizá esos listos que critican la novela —que contiene con grandes dosis de humor y aventura, como he dicho—, sufran cortocircuito literario al no encontrar otro razonamiento más correcto para algo que, simplemente, no les guste.

Proceso de restauración de portada para la edición de Gaspar&Rimbau Editorial. Fuente: Gaspar&Rimbau Editorial

Prejuicios y formas de hablar

Para finalizar, y algo más actual, fue una noticia del pretendido diario 20 minutos publicada el 30 de abril de 2020, donde tilda la obra de desconocida y afirma que la serie de El Ministerio del Tiempo rescata este libro para el público. Disculpen mi ignorancia… El Anacronópete es conocida desde hace 130 años en numerosos círculos, y en todo el mundo. Si el redactor es un poco limitado, no cabe menospreciar la repercusión de la máquina del tiempo del inventor zaragozano.

Y en segundo lugar, quienes rescatan las obras son los editores. Otra cosa es que una serie de televisión ponga en conocimiento masivo un hecho, como es el caso, pero nunca rescata, puesto que esta obra lleva publicada desde hace décadas y al alcance de la mano y el bolsillo de la ciudadanía, sin restricciones. Por algo es conocido sobremanera el prejuicio que existe hacia lo español, y más aún hacia lo español antiguo, decimonónico, por parecer casposo y aburrido, como en muchas ocasiones me he encontrado.

El Anacronópete en El Ministerio del Tiempo

El día que escribo y amplío este artículo solo han aparecido unas breves imágenes sobre el Anacronópete en la serie de televisión El Ministerio del Tiempo, que tan fervorosamente sigo. Y es de agradecer a Javier Olivares y a TVE que lo hayan incorporado como hilo argumental en una aventura que se adivina alucinante y arriesgada (capítulo 4×04).

Y no es menos, porque El Anacronópete sirve al Ministerio como anillo al dedo: conforma un panorama histórico, cultural y literario puramente español, y eso es la serie de los hermanos Olivares. Más adelante hablaré del fenómeno fan y de los capítulos en los que la máquina del tiempo por excelencia intervenga en esta serie. A continuación, el trailer de la serie con imágenes breves de el Anacronópete.

Conclusión

Actualmente las pocas ediciones que se han realizado sobre El Anacronópete han sido breves, como la de Círculo de Lectores o Minotauro. Hoy está disponible en la edición de Gaspar&Rimbau Editorial desde el 10 de enero de 2017, cuyo nombre homenajea al genio valenciano del escritor y diplomático Enrique Gaspar y Rimbau, cuyo trabajo de restauración de imágenes, portada, texto, notas e introducción supera con creces a estas anteriores ediciones, y otras desafortunadas que han aparecido a veces por el mercado editorial, de nulo o escaso rigor cualitativo.

Os invito, viajeros y exploradores del CosmoVerso, a entrar a esta máquina del tiempo alucinante, a la que no le falta de nada, todo está pensado por el simpático y a veces villano don Sindulfo García, maño y de genio brillante.

La edición original y actual incluyen dos relatos más: La Metempsícosis, un cuento de dos amigos que se reencarnan en toros y Viaje a China, cartas que el autor envió al periódico en su viaje diplomático a la China, dos documentos que añaden valor a la obra de este increíble escritor español.

Artículo publicado originalmente el 16 de agosto de 2016, corregido, actualizado y generosamente ampliado el 29 de mayo de 2020.

 El Anacronópete. Incluye Viaje a China y La Metempsícosis.

Escrita por Enrique Gaspar y Rimbau.

Año: 2017, conmemorando el 130 aniversario de la publicación.

Varias ediciones disponibles: tapa dura o blanda.

Tripulación CosmoVersus

Marcos A. Palacios
Marcos A. Palacios
Administro CosmoVersus y colaboro con la Editorial Gaspar & Rimbau, donde he publicado mi primera obra antológica 'Fantasía y terror de una mente equilibrada' y corregido y anotado los libros de los 'Viajes muy extraordinarios de Saturnino Farandoul', entre otras ocurrencias. Mis reseñas van más allá del mero apunte de si este o aquel libro me ha gustado mucho o no. Busco sorprender y animar a los lectores a leer y compartir mi experiencia personal con los libros, igual que los compañeros de CosmoVersus. Soy muy retro, y no por mi edad, pues a los 20 años ya estaba fuera de onda. Perdón por no evolucionar al ritmo de los tiempos, pero es que soy yo.

3 comentarios sobre «‘El Anacronópete’ y el viaje en el tiempo. Enrique Gaspar y Rimbau (1887)»

  1. Solamente quería informarte, por si es de tu interés, que un grupo de gente hemos hecho una reedición íntegra del original. Hemos restaurado todas y cada una de las ilustraciones y hemos agregado decenas de notas al pie para hacer más fácil su lectura.
    Queremos hacer campaña para que Enrique Gaspar ocupe el lugar que merece en la historia de la ciencia ficción, y que cuando alguien mencione “El anacronópete” no pongan caras raras ; )
    Nos ayudaría mucho si pudieras reeditar tu entrada y agregaras un enlace a la web que hemos creado para reunir toda la información posible de la obra y su autor.
    http://elanacronopete.com

    Muchas gracias

  2. Hola. Muchas gracias por la comunicación. Ví la noticia por facebook y por eso republiqué este artículo en mi blog para hacer hincapié. ¿Sois editorial? Me interesa saber más de vosotros. Por supuesto que informaré de la nueva edición, no solo en este artículo, sino en otro nuevo también que merece Enrique Gaspar. Un saludo.

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