‘Demonios en el cielo’, de Gabriel Bermúdez Castillo [Premio Ignotus 2002]

En la contraportada de la edición de Demonios en el Cielo, Rodolfo Martínez dice: «Vas a encontrar al mejor Bermúdez Castillo en esta historia». Y, sinceramente, lo secundo. Esta obra, ganadora del Premio Ignotus en 2002 es la más atrevida, violenta y asombrosa novela de Gabriel Bermúdez que he leído hasta el momento.

Porque, para empezar, Demonios en el Cielo podría ser la historia de nuestra Historia. Pero no voy a ponerme repelente con interpretaciones reveladoras ni absurdas teorías. Si por lo general las novelas de Gabriel Bermúdez Castillo se distinguen por su capacidad de generar realidad a partir de lo fantástico y la ciencia ficción, en esta ocasión creo que se supera con creces. Y más que los propios personajes, es el planeta donde se desarrolla la historia, Junrunen, quien tiene el peso protagonista y se guarda al lector en el bolsillo.

Junrunen es un planeta apartado del Imperio Galáctico y desconocido por los gobiernos. En él, desde hace siglos, un grupo de millonarios, llamados los Amos, han creado un paraíso de maldad y una ciudad infernal donde solo ellos controlan el destino de las personas que por desgracia dan con ese lugar. O simplemente, se abastecen de «ganado», como ellos lo llaman, para divertirse cruelmente. La ciudad donde todo empieza es Teufelstadt, una capital del vicio y la maldad. Sin embargo, la ciudad tiene unas reglas. Si estás «dentro» no puedes hacer daño a nadie, a menos que uses las manos. Pero si estás «fuera», puedes hacer lo que quieras a quien quieras, sin importar si es un Amo o ganado.

Con esta premisa arranca la historia, con la llegada del Amo el Herzog Manfred von Osterhof y su protector Demien Grosnick, un extraño muchacho de grandes habilidades, hermoso aspecto y mente un tanto enigmática.

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Ejemplar de ‘Demonios en el Cielo’

El lienzo de Teufelstadt horroriza al lector, que vivirá y sentirá, durante parte de la novela, el sufrimiento y el dolor que emana en su ambiente, en las gentes que allí acuden, en las reglas que lo manejan y los decrépitos rincones. Luego está la Isla de la Máquina, dominada por el doctor Watanabe, quien esconde un terrible secreto y, en su vida cotidiana, es un médico que hace maravillas contra el envejecimiento, cobrando cantidades desorbitadas. En cambio, fuera de la ciudad todo es diferente. Un planeta con dos soles, flora y fauna autóctonas —aunque más adelante comprobamos que no ocurre eso con todas las especies—, y poblados de ganado que sirven de reserva para los Amos y sus tormentos. El planeta de Junrunen es, por lo tanto, el escenario de la más absoluta perversidad que pueda albergar la mente humana. Escenas sangrientas, de mal gusto y eróticas pueden ser las causantes de pesadillas que no garantizo que a cualquier mente sensible pueda provocarle la lectura del libro.

No es mi objetivo alarmar, ni mucho menos, a quien se acerque a esta novela, pero he de reconocer el gran impacto que me ha provocado, a diferencia de otras obras de Gabriel que han caído en mis manos. Puedo decir que es una excepción en sus títulos, a falta aún de leer otros que todavía estoy intentando conseguir. Pero, por alguna razón, atrae y fascina como ningún otro.

Gran parte de la novela se divide en capítulos que alternan la historia de dos grupos de personas. Por un lado están las experiencias de Demien Grosnick en Teufelstadt, y por otra, el recorrido de la Troupe Molnar, compuesto por tres enigmáticas mujeres, abuela, hija y nieta, acompañadas por un hombre aún más extraño y servicial. Eva es una joven a quien la llegada Junrunen sirve para desarrollar sus capacidades cognitivas; su madre Leona es la mujer «más fuerte del mundo», y su abuela, Marfa, posee un don místico que le permite percibir sentimientos en las personas, así  como la naturaleza de futuros acontecimientos, y que las tres usarán para sobrevivir. Desde estas dos perspectivas conoceremos los dos escenarios de Junrunen: el «dentro» y el «fuera», Teufelstadt y los vastos parajes llenos de peligros y sorpresas.

Sin embargo, algo de lo que es seguro es que la estancia en el planeta provocará que cada uno de estos protagonistas encuentre su destino o, más bien, su vida de un giro para el que ha sido debidamente preparado durante las páginas en que se desarolla. Este es uno de los puntos fuertes de la novela: tanto los acontecimientos que se derivan de las interacciones en Teufelstadt y que se fraguan desde diferentes aristas, como las acciones que son obligados a tomar los personajes, confluyen en un punto concreto, concentrados en un minúsculo átomo que explotará como un «Big Bang».

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Cartel de la primera película de ‘La Purga’

A la inusual carga de violencia y mal gusto —en ocasiones— a los que asistirá el lector —si se atreve—, le hemos de sumar una contrapartida que convierte a Demonios en el cielo en una narración aún más curiosa para el estilo del autor: la magia y los poderes mentales. La Troupe Molnar se caracterizará por una extraña tradición familiar y matriarcal que arrastrará con interrogantes la curiosidad del lector. Y, además, la existencia de demonios, seres de otra dimensión bajo conjuros secretos se enfrentará cara a cara contra la ciencia y la naturaleza humana. Sí, es el cóctel perfecto para pasar un mal rato leyendo una novela tan buena como ésta. Porque no encuentro otras palabras para describirla. Sería muy pretencioso por mi parte.

Existe un ritual en Teufelstadt que me ha llamado enormemente la atención: se trata de Los Días Rojos. Durante tres días, Teufelstadt pasa a estar «fuera», y se permitirá todo tipo de venganzas y fechorías, incluídos, claro está, a los Amos y sus protectores, los artistas, los administrativos y el ganado. Todo está permitido durante estos tres días, que, además, serán clave para la historia que nos ocupa. ¿Os recuerda algo? Voy a refrescaros la memoria. Se anticipa en varios años a una propuesta parecida que vimos por primera vez en el cine —pues no conozco otro referente— en la película La Purga (2013), titulada en España La noche de las bestias, dirigida por James DeMonaco, donde, en un futuro distópico, los Estados Unidos de América celebran la nueva era de los Padres Fundadores que han salvado a la sociedad celebrando, una noche al año, lo que ellos llaman Purga, que no se trata más que de permitir, con ciertas reglas, toda clase de violencia en el territorio nacional, sin que pueda ser penalizada. Nadie queda libre de la Purga, nadie, sea de la condición que sea. Y, si no existe otra referencia anterior, nuestro Gabriel Bermúdez Castillo imaginó, doce años antes de esta saga de películas que ha causado furor en el mundo, esta terrible propuesta para «calmar los humos» a la sociedad. Claro que, mirándolo bien, el objetivo de cada una es un tanto distinta. Mientras que en La Purga sirve para disminuir el nivel de criminalidad, en Demonios en el Cielo se usa para divertir y retar al mismo tiempo a los Amos.

«Los que odian tratan de eliminar el objeto de su aborrecimiento; los que son odiados, huyen, se esconden, tratan de protegerse. Tienen todo un planeta para ello, todas las armas y medios de defensa a su disposición, todos los asesinos a sueldo disponibles. ¡Ah, son días grandes y maravillosos!»

Sobre Los Días Rojos. Demonios en el Cielo, Gabriel Bermúdez Castillo.

Es costumbre en el autor deshilachar secretos y misterios poco a poco durante el transcurso de los acontecimientos. En esta ocasión no es menos, así que una de sus características que para mí es esencial, la encontramos aquí. Es verdad que muchas veces intentará desviar la atención y engañar, llevar al lector a su terreno, pero al final, uno solo puede sacar sus conclusiones para llevarse la sorpresa final que lo cambia todo y te deja con la boca abierta. ¡Qué facilidad para maravillar a los lectores con sus giros y sorpresas! Creo que esa es una de las cosas que más me gustan de sus novelas.

Como curiosidad, decir que en un par de ocasiones se nombra al planeta Golconda, que, además, es el título de la primera parte de su obra Mano de Galaxia (1987).

Como veis, esta novela no me ha dejado indiferente, y todo lo que aparece en ella, desde los nombres de artefactos cotidianos, como los nombres propios de los personajes y lugares, objetos, situaciones… absolutamente todo, resuena con todo el poder de la creatividad que Gabriel ha puesto en sus páginas. Tristemente, estas palabras ya no podrá leerlas, será la primera reseña que escribo después de que nuestro amigo se fuera en mayo de este 2019, pero estoy seguro de que le llegará de un modo u otro. Gracias, de verdad, por ofrecernos tus historias y dejar un legado de increíbles maravillas sobre el papel. ¡Hasta el próximo libro de Gabriel!


BIBLIOGRAFÍA

Demonios en el Cielo, de Gabriel Bermúdez Castillo (2001).

-Ediciones Epicismo, Premio Ignotus 2002.

-Tapa blanda, 412 páginas.

-ISBN: 9788494018046

 

 

 

Tripulación CosmoVersus

Marcos A. Palacios
Marcos A. Palacios
Administro CosmoVersus y colaboro con la Editorial Gaspar & Rimbau, donde he publicado mi primera obra antológica 'Fantasía y terror de una mente equilibrada' y corregido y anotado los libros de los 'Viajes muy extraordinarios de Saturnino Farandoul', entre otras ocurrencias. Mis reseñas van más allá del mero apunte de si este o aquel libro me ha gustado mucho o no. Busco sorprender y animar a los lectores a leer y compartir mi experiencia personal con los libros, igual que los compañeros de CosmoVersus. Soy muy retro, y no por mi edad, pues a los 20 años ya estaba fuera de onda. Perdón por no evolucionar al ritmo de los tiempos, pero es que soy yo.

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