‘El cuento español 1940-1980’, Óscar Barrero Pérez Ed. (1989): tremendismo y socialrealismo.

Un repaso variado por el cuento español de posguerra hasta la Transición (1940-1980). Como el editor y recopilador del libro consultado, Óscar Barrero Pérez, afirma, es solo una pequeñísima muestra pero ofrece, para quien se interna por primera vez en este espacio de la literatura española tan poco explotado en nuestras listas de lectura, un potente entrante para abrir el apetito.El referente ideal para empezar este libro podría ser la completa introducción del editor acerca del contexto histórico, social y cultural en que se han cultivado estos cuentos, dado, además, lo convulso de esas décadas. Es necesario para entender un período tan oscuro de nuestro país. Oscuro por la falta de información en general, y subjetiva en particular. Reconozco que me ha sido muy difícil la lectura de esta introducción. La redacción de Óscar Barrero colapsa de paréntesis explicativos su texto, que desvían la atención e interrumpen la continuidad de la lectura. Esto no significa que sea una mala introducción.

Digo esto porque las introducciones me resultan imprescindibles e importantes, me gusta leerlas antes de comenzar el libro en cuestión, sobre todo si debo enfrentarme a un tema que no domino mucho, como es el caso, puesto que me adentro en dos corrientes apenas vislumbradas por mí: el tremendismo y el socialrealismo.

AUTORES RECOPILADOS

Camilo José Cela, Tomás Borrás, Ignacio Aldecoa, Ana María Matute, Jesús Fernández Santos, Camen Martín Gaite, Miguel Delibes, Francisco García Pavón, Medardo Fraile, Alonso Zamora Vicente, Juan Benet y  Jorge Ferrer-Vidal.

el cuento español
El libro ‘El cuento español 1940-1980’

EL TREMENDISMO

Corriente, movimiento, iniciado tras la Guerra Civil en España. Refleja fielmente el estado de ánimo del país y su miserable situación de posguerra. Se caracteriza por la crudeza y dureza de su vocabulario, escenarios, rasgos de personajes, violencia, defectos físicos y mentales, situaciones brutales. La realidad tal cual el día a día de un país vencido a sí mismo en su propio vómito bélico. El propio autor es, a su vez, testigo y víctima de la contienda y la posguerra.

Muchas obras tremendistas fueron censuradas y publicadas en el extranjero. La primera que inició esta corriente fue La familia de Pascual Duarte, de Cela, y el autor renegó del vocablo atribuido a este estilo y concretamente a su novela, así como la Iglesia la arremetió al considerarla inmoral. Los autores que profundizaron este género mostraban, a su vez, una pasiva abnegación al régimen, no sin estar precisamente de acuerdo con él, pero la literatura era su vehículo de crítica.

El cuento que inicia la antología que nos ocupa, del propio Cela, se trata de Mariano Brito (1941), que relata una porción de la vida del susodicho, las desgracias de su vida repleta de muerte, cárcel, sufrimiento, todo centrado en hechos familiares desafortunados, tal como si le persiguiera la mala suerte.

EL SOCIALREALISMO

Continúan los géneros de posguerra, y en la década de los 50 cambia un poco el panorama. Ahora el objetivo de la crítica o descripción de la realidad en España es la sociedad, el desarrollo de las urbes y la apertura del país hacia el mundo exterior. Se centra más bien en las clases desfavorecidas y en la denuncia social de colectivos marginados y de extrarradio, de la falta de recursos y la simpleza de la gente sin cultura.

Un ejemplo concreto, lleno de esa triste ironía, la encajo en Vida nueva (1956), de Ana María Matute, donde dos ancianos colegas hablan de sus vidas la tarde de Nochevieja. Emiliano, arisco y amargado, no soporta nada de lo que le rodea, y está solo. En contraste con su interlocutor, don Julián, que le cuenta a Emiliano lo maravillosa que es su vida con su familia, el hijo, la nuera y el nieto. Tenemos, pues, dos mundos opuestos. Sin embargo, una vez que don Julián llega a casa, encontramos con que su situación no resulta tan halagüeña como él decía. ¿La vejez, la diferencia de generaciones?

EL CUENTO ESPAÑOL

El cuento permite una concentración de crítica y mensaje más directos que la novela. No pocos autores españoles han optado por el mismo, claro que con sus dificultades incluidas, puesto que en los años inmediatos al fin de la guerra «apenas se editan libros» (Barrero, pág. 16). Por esta razón se publican los cuentos en revistas y periódicos.

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Francisco García Pavón. Fuente: hyperbole.es

EL MUNDO TRANSPARENTE (1967), Francisco García Pavón

La sociedad, y el mundo en general, entra en una nueva era: un artefacto que puede ser adquirido por cualquier persona, independientemente de su condición social, es capaz de permitir la visión, a través de kilómetros, del objetivo que se quiera «espiar», a través de las paredes. Un aparato de dominio público, quizá solo para el consumidor potencial, para el ciudadano normal. La intimidad se ve amezanada, pero este es el principio de algo más fantástico aún: las personas, por miedo a ser criticadas, comienzan a comportarse de la forma más correcta. Esto incluye la disminución de los crímenes. Cualquiera puede ser observado por sus vecinos y conciudadanos.

A primera vista sorprende que un aparato así pueda estar permitido en una sociedad, pues visto desde el filtro de hoy en día, sería un atentado contra la privacidad y los derechos de las personas. Pero en 1967 quizá no lo sería tanto, lo que podría llegar a pensar en un régimen fascista -franquismo, para qué negarlo-, en un 1984 de bolsillo. Además, como recurso, el narrador adelanta que el mundo, posteriormente al uso del aparato, se enfrentará a una catástrofe terrible en el mundo, de la que probablemente él mismo haya sobrevivido, por su condición de narrador.

Las ventajas y desventajas de la tecnología, los límites de lo permitido. El mundo cambia para bien, ni robos, ni crímenes, todo el mundo acepta ser espiado pero al tiempo es espía, se convierte en un show de buenos modales y perfección,  pero, ¿a qué precio?

García Pavón no solo escribió este cuento bajo la tutela de la ciencia ficción distópica, también escribió cuentos fantásticos. Este cuento se encuentra en el libro La guerra de los dos mil años (1967).


BIBLIOGRAFÍA

El cuento español 1940-1980. Edición de Óscar Barrero Pérez, Doctor en Filología Hispánica.

-Castalia Didáctica. 1989

-Tapa blanda, formato bolsillo, 256 páginas.

-ISBN: 8470395432

Tripulación CosmoVersus

Marcos A. Palacios
Marcos A. Palacios
Administro CosmoVersus y colaboro con la Editorial Gaspar & Rimbau, donde he publicado mi primera obra antológica 'Fantasía y terror de una mente equilibrada' y corregido y anotado los libros de los 'Viajes muy extraordinarios de Saturnino Farandoul', entre otras ocurrencias. Mis reseñas van más allá del mero apunte de si este o aquel libro me ha gustado mucho o no. Busco sorprender y animar a los lectores a leer y compartir mi experiencia personal con los libros, igual que los compañeros de CosmoVersus. Soy muy retro, y no por mi edad, pues a los 20 años ya estaba fuera de onda. Perdón por no evolucionar al ritmo de los tiempos, pero es que soy yo.

3 comentarios sobre «‘El cuento español 1940-1980’, Óscar Barrero Pérez Ed. (1989): tremendismo y socialrealismo.»

  1. Interesante libro. La verdad es que no he leído cuentos españoles de la época. Y acerca del pasivismo del que hablas, en el fondo comprendo que actuasen así, lo que querían era publicar y en la época o seguías las normas o había consecuencias. Sé por ejemplo que Álvaro Cunqueiro se hizo un carné franquista para quitarse de encima sospechas y poder escribir tranquilamente, sin sobresaltos. Con la llegada de la posteridad la actitud le perjudicaría, pero en su presente fue un salvoconducto.

    1. Algo así me han contado de una cantante española aún en activo (que no mencionaré jejeje, por respeto), no sé qué de cierto o mentira habrá en ello. Como bien dices, no voy a juzgar a quienes obraron así, porque yo no lo he vivido, ni me atrevo a pensar que podría ser una cobardía. Cada uno toma la decisión que mejor crea para sí mismo. En cuanto a la calidad de estos cuentos, por encima de la personalidad de quienes escribieron, debo decir que ha sido muy grato, y una pena que no estén más extendidos en la memoria colectiva.

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