Entrevista al escritor y poeta Alberte Momán Noval

Entrevistamos al escritor Alberte Momán Noval, autor de la micronovela psychobilly El legado extraterrestre que ya reseñamos en CosmoVersus, así como de otros títulos que también podéis consultar en este sitio web. Alberte es, además, poeta, y en esta entrevista os acercamos a la figura creadora de este novedoso estilo artístico en literatura.

Entrevista a Alberte Momán Noval

Alberte Momán se percibe como un escritor que plasma lo que ve, bajo su mirada y análisis de la sociedad, el dolor, los individuos y los sistemas totalitarios. Mezcolanza de estilos y géneros, sin pretensiones grandilocuentes, alejado de estándares literarios, logra una visión personal y cruel de la realidad en la que vivimos. Leer una sola línea suya obliga a detenerse en lo surrealista y un arte que merece sonar más fuerte en las letras gallegas y españolas.

CosmoVersus. En tu literatura te mueves entre la prosa y la poesía. También el artículo.

Alberte Momán. Cuando escribo busco fórmulas que me permitan distanciarme de las etiquetas. De hecho, las últimas críticas que recibí de mis dos últimos libros de poemas trataban a los textos como relatos breves. No me gusta limitar los conceptos a un canon, a una estructura rígida o a una supuesta universalidad definida, en gran medida, por criterios extraliterarios. Desde mi punto de vista, el arte, en este caso literaria, debe poseer un importante componente de experimentación y la autoría debe correr el riesgo de equivocarse con la fórmula empleada. La conquista del bestseller, en mi opinión, consiste en eliminar de la literatura todo el riesgo y, por lo tanto, aumentar la distancia entre el libro como producto de mercado y el arte.

Alberte Momán. Fotografía cedida por el autor.

En cuanto al artículo, es algo que intento evitar. Es cierto que en mi blog personal opino sobre diferentes acontecimientos o, simplemente, reflexiono sobre temas de actualidad, pero eso se debe más a mi responsabilidad como individuo político, que a una necesidad real de escribir artículos. Debido a mi profesión, como ingeniero técnico agrícola, en ocasiones se me piden artículos técnicos sobre mi especialidad, las enmiendas cálcicas. Son artículos que realizo como obligación y con los que no siempre me siento cómodo.

En otras ocasiones, siento la necesidad de mostrar los motivos por los que escribo, o definir aspectos que en mis libros no se esclarecen, como por ejemplo la relación entre el concepto de micro novela psychobilly y la sociología.   

CV. Muchas de tus novelas tienen un componente fetichista y sadomasoquista. ¿Herencia de algún gusto literario o cinéfilo?

AM. Durante la adolescencia leí a Sade, Lautréamont, Apollinaire, antes de dedicarme al dadaísmo y el surrealismo posterior. Tengo que reconocer que, en aquel momento, no comprendí la magnitud de aquellas obras. Me centraba en partes llamativas que coincidían con mi necesidad de llamar la atención por medio de la provocación. Lo que, desde un punto de vista político, no demostraba más que un vacío ideológico, muy propio de las distintas subculturas o culturas urbanas de diferentes épocas, no de todas, por supuesto. Con el tiempo, conocí a Leopold Sacher-Masoch y, con él, un ensayo de Deleuze sobre el sadismo y el masoquismo, lo que marcó definitivamente mi interés por el tema. No tanto sobre lo que sucede en las sesiones de bdsm, sino en los motivos que llevan a las personas a realizar determinadas prácticas. Hace ya algunos años, empecé a frecuentar diferentes foros, procurando testimonios que me ayudasen a comprender las motivaciones últimas en la realización de determinadas prácticas.

Hasta el momento, no he llegado a ninguna conclusión, pero me gusta relacionar estas prácticas con la tendencia decadente de las relaciones sociales que se centran en la cosificación y la sexualización de estas, como alivio del mal que provoca la frustración diaria. Una alternativa a esta tendencia sería centrar la atención en una sociedad políticamente activa que cuestione su papel dentro de la estructura. Una sociedad crítica sería insostenible para el sistema, por lo que el estado, como brazo armado de los lobbies económicos, desvía la atención hacia otros aspectos más asépticos de la vida social.

Casi todos mis protagonistas masculinos son personas con traumas, muy inseguras, solitarias y, en gran medida, con una gran necesidad de aislarse del entorno.

legado extraterrestre

CV. La primera novela que reseñamos en CosmoVersus, El legado extraterrestre, se califica como psycobilly y pulp, pero también contiene muchísimas referencias musicales.

AM. El legado extraterrestre comenzó siendo un homenaje al grupo creado en 1980, The Meteors, formación que puso nombre al estilo psychobilly. Todas las canciones cuyos extractos se pueden leer durante el transcurso de la narración son de ellos. Es aquí donde retomo el concepto de micro novela psichobilly. Este género o subgénero musical procede de la mezcla de rockabilly, no solo como estructura musical sino también como formación clásica de sus componentes (tomando el ejemplo de los Stray Cats, que podrían integrarse en este subgénero, su formación es de guitarra, contrabajo y batería), con el punk, resultando melodías aceleradas y breves. Si analizamos algunas de las letras del psichobilly, veremos que, más allá de los temas universales, se tratan cuestiones ligadas al imaginario de los comics clásicos (vampiros, monstruos, muertos vivientes) que procedían, en gran medida, de otro subgénero, el Frat Rock. Esto me llevó a establecer una conexión con el pulp, por tratarse de novelas breves de lectura rápida. Lo que hice en esa novela, o micro novela, fue exagerar la velocidad de los acontecimientos que se suceden durante la narración e introducir los héroes clásicos como trasfondo, dejando el protagonismo a dos mujeres que hacen de contrapunto y que proporcionan la contradicción o el conflicto necesario. Con este libro, entre otras cosas, además de introducir el mito clásico de Circe y Penélope, intento mostrar la ranciedad ultraconservadora de los héroes del comic.

En realidad, siempre he despreciado a los súper héroes, por su postura reaccionaria en la recreación de un dios después de la muerte del dios cristiano que preconizó Nietzsche, por su visión reaccionaria, criminalizando la pobreza y la desesperación de una sociedad en declive permanente, por el machismo explícito en todas sus actitudes. Utilizo la idea que Angelica Liddell transmite en su libro La casa de la fuerza, para mostrar héroes débiles e inseguros, en contraposición al paradigma de macho expresado en las lecturas clásicas del género.

Si seguimos la trayectoria de los protagonistas masculinos de mis novelas, vamos a ver casi siempre una constante en su perfil psicológico. Se trata de personas con traumas, muy inseguras, solitarias y, en gran medida, con una gran necesidad de aislarse del entorno.

CV. Otro de los elementos más comunes es la alienación del individuo y la represión de un sistema opresivo. ¿Ves así la sociedad en la que vivimos?

AM. Habría mucho que decir al respecto, pero, resumiendo, entiendo que en nuestra sociedad existen muchos intereses que se materializan en el tratamiento de los individuos como eternos menores de edad, alejándolos de las grandes decisiones que les incumben y repercuten directamente. Esos intereses son incompatibles con el concepto de democracia, por lo menos de democracia participativa, para mí la única posible. Una democracia capitalista, a mi modo de ver, no puede considerarse una verdadera democracia, por todo lo que conlleva la completa integración en ese sistema.  Los intereses económicos que centran la riqueza en una ínfima parte de la sociedad y que utilizan a los diferentes estados para conseguir sus metas, por medio de la alienación y la violencia, están haciendo estragos en la propia psique del individuo. Entiendo que esta podría ser la línea argumental de mis relatos.

Vivimos en lo que se podría denominar, en términos de Talmón, una democracia totalitaria.

CV. Tus personajes principales, ya sean los buenos o los villanos, suelen sufrir de fobias y manías. ¿Las personas vivimos atormentadas y, a la vez, obsesionadas por ser políticamente correctas?

AM. Enlazando con la respuesta anterior, faltaría hablar del concepto de paz social, en el que se integraría lo políticamente correcto, que, en muchos casos, más allá de las normas básicas de convivencia, se trata de una forma de control social.  Cualquier cosa que moleste al poder acostumbra a ser políticamente incorrecto.

Portada-Rojo-cochinilla

CV. También has creado una editorial. ¿Cómo ha ido la experiencia hasta el momento?

AM. Mi trayectoria editorial viene de lejos, en el año 2005. Integrado en el colectivo A Porta Verde do Sétimo andar, empecé a darle vueltas a la edición, después de la publicación de un libro en el que colaboraban los miembros. En el 2010, con esa misma organización, sacamos los Q de Vian Cadernos. Eso me llevó a introducirme de lleno en el mundo editorial. Un año después se me ocurrió la idea de crear O Figurante Edicións y Emerxente. Actualmente, después del cierre de las anteriores, estoy inmerso en la gestión de M Editora y su versión pulp.

La verdad es que todos estos proyectos nunca tuvieron una vocación de negocio. Fueron ideas para sacar libros que el mercado editorial no estaba dispuesto a editar. Por este motivo, la acogida se circunscribió a círculos pequeños y vinculados a la poesía, principalmente. Estos círculos, pese a crear grandes lazos personales, no sirvieron para mantener en el tiempo los distintos proyectos. El coste y el desgaste personal hicieron que, poco a poco, fuesen desapareciendo.

En mi opinión, resulta complicado crear un entorno fiel de lectores y lectoras fuera de las grandes, o no tan grandes, estructuras editoriales más asentadas. Existe cierto conformismo en la población y una búsqueda constante de las mismas fórmulas reproducidas hasta la saciedad.

La conquista del bestseller, en mi opinión, consiste en eliminar de la literatura todo el riesgo y, por lo tanto, aumentar la distancia entre el libro como producto de mercado y el arte.

CV. En tu opinión, el mundo editorial ¿necesita más arte en la literatura y menos títulos, digamos, de impresiones fáciles y narrativa plana, sin matices?

AM. En mi opinión, como ya apuntaba anteriormente, es importante diferenciar entre arte y mercado. Normalmente, cuando hablamos del mundo editorial nos referimos al mercado del libro. Este último poco o nada tiene que ver con la creación artística y se mueve por intereses muy diferentes al del arte. Siguiendo esta línea argumental, existen grupos, más o menos grandes, que buscan la atención de un gran número de clientes potenciales y que son los que mueven las grandes cifras del sector. Por otra parte, intentando competir en el mismo terreno, encontramos sellos pequeños en busca del autor o autora que los saque de pobres por medio de algún libro que tenga presencia en las redes. En estos casos, el valor artístico de la obra es irrelevante, pesando, casi en exclusiva, el número de seguidores en las redes de la autoría. En mi opinión, existen pocas editoriales que acepten propuestas que se salgan de ciertos cánones. Entiendo que es difícil apoyar ciertas propuestas, sin crear o intentar crear un nicho de mercado que las recoja.

Yo me vi en esa situación y salió mal, por lo que no juzgo las estrategias de nadie. De todas formas, si algo sobra son aspirantes a bestseller.

CV. Escribes en gallego, y has obtenido muchos premios con tus obras. ¿Cómo ves esta lengua en el panorama actual editorial en España?

AM. Gamoneda decía que la mejor poesía del estado se realiza en Galicia. Esto en el sistema editorial español no se manifiesta. Es cierto que hay autores y autoras gallegas que tienen cierta presencia y reconocimiento, pero, en comparación con el total, ese reconocimiento es residual. España, como concepto no existe, pero si admitimos la visión franquista del término, que es la oficialmente reconocida, es un país profundamente reaccionario y nacionalista que no acepta la diversidad que lo integra. Esto crea un contexto de negación de todo aquello que no desprenda un olor a rancio y casposo, estrictamente en el idioma del imperio.

CV. En tu larga trayectoria, y concretamente con la narrativa, realizas una mixtura curiosa de ciencia ficción, surrealismo (me atrevo a decir), pulp, distopía y erótica. Soy el primero en asombrarme por tu polifacética facilidad para cruzar estos géneros/estilos. Y esto me hace pensar que realmente escribes lo que a ti te gusta, y no buscas encajar en un mercado frío y repetitivo.

En alguna ocasión me han solicitado algún libro que se pudiese encajar en una temática o género concreto, pero siempre he respondido que solo sé hacer lo que hago. Para el resto, siempre habrá quien lo haga mucho mejor que yo, por lo menos con más autoridad y conocimiento. A mí me divierte lo que hago. No pienso en ello como perteneciente a un género, lo entiendo como un reflejo, siempre subjetivo, de la sociedad que me rodea. Es propio de mi tiempo y del lugar en el que vivo. Es mi forma de ver el mundo, al que doy explicación por medio de mis personajes, muchos de ellos reales, con los que conviví en algún momento de mi adolescencia.

Como hijo de los últimos estertores de la reconversión naval en Ferrol, conviví con la miseria que el capitalismo generó durante décadas en una ciudad que, como muchas otras, estaba siendo golpeada por la aparición de la heroína. Los métodos de supervivencia utilizados por las clases más humildes eran diversos, pero inseridos siempre en la idea de utilizar los recursos propios para subsistir. En el caso de las mujeres, su propio cuerpo como único medio para conseguir ingresos. Ese contexto ayudó a crear el mundo que recreo en mis relatos.

CV. El legado extraterrestre, Lapamán y Rojo Cochinilla son muy breves, de hecho, los dos últimos contienen varios relatos, y todos van muy en la misma línea. Sin embargo, cada uno aporta algo diferente. A pesar de no haber leído otros títulos, considero que forman parte de un ciclo. ¿Exploras algunas temáticas temporalmente para pasar después a otras distintas?

AM. Lo que hago habitualmente, por no decir que se trata de una condición sine qua non, es acompañar lo que escribo con las lecturas que realizo. Intento leer constantemente, aunque haya períodos en los que me resulta muy difícil. Mis lecturas no siguen un orden, tampoco soy sistemático y puedo leer un día sobre el poder desde el punto de vista de Foucault y al día siguiente sobre el cultivo hidropónico de la lechuga rizada. Con eso consigo tener una idea de temas muy diferentes, sin llegar a conocer ninguno de ellos en profundidad. Esas lecturas son el caldo de cultivo que utilizo en mis libros. Hay temas recurrentes sobre los que leo más a menudo y que, por lo tanto, aparecen con más frecuencia y otros temas que se corresponden con lecturas puntuales. De todas formas, las ideas que propongo en mis textos no son más que esbozos de pensamientos sobre los que profundizar, tarea para la que no estoy cualificado.

Busco fórmulas que me permitan distanciarme de las etiquetas.

CV. No he leído tu poesía, lo confieso. Soy poco dado a ello por lo general. Por eso deseo que nos cuentes tu trayectoria poética.

AM. Creo que en mi poesía hay dos épocas que considero que están bastante bien definidas. Mi poesía, hasta la publicación de Tripas (Belagua. 2017. Edición bilingüe), en su mayoría, trataba temas relacionados con mi vida, en una suerte de terapia que me ayudaba a entenderme a mí mismo dentro del contexto en el que me desenvolvía. Durante muchos años fui mi psicólogo personal. A partir de ahí, empecé a desarrollar otros temas, también, de forma transversal, la ciencia ficción, realizando una suerte de pobres aforismos sobre el mundo que me rodeaba.

En 1 14 1, por ejemplo, introduzco una idea del exilio que tiene relación con la marginación, en una historia de amor entre dos excluidos de la sociedad que se encuentran en un planeta lejano. Aunque parezca otra cosa, trata sobre un encuentro afortunado entre dos personas de Ferrol, en parte excluidas de la sociedad y, en parte, inadaptadas.

Algo que es inherente a mi poesía es que soy yo mismo reflexionando sobre temas diferentes para interiorizar ideas en las que creo. 

CV. Creo que existe un lazo muy fuerte de tu obra con Portugal.

AM. Galicia tiene más en común con Portugal que con España. Entre otras cosas, comparten una lengua común. Es por eso por lo que he escrito directamente en portugués varios libros, tanto de poemas como en prosa. Dos de ellos, Ocidente y Barata, minha barata, son con los que me siento más a gusto. Junto con Vattene! (el primer libro de la trilogía escrita en gallego), se trata de historias sin censura, en las que desarrollo tramas en las que todo es posible, con una carga simbólica y surreal muy grande. Creo que también se trata de los libros peor acogidos. No son una lectura sencilla, sino que busco decir lo que pienso sobre la normalización de la crueldad, sin miedo a que lo que se transmita siente mal a la persona que lee.

Pero, volviendo a la pregunta, mi vinculación con Portugal es, a un tiempo, cultural y personal. Gran parte de mis mejores momentos relacionados con la literatura tuvieron lugar en Portugal. He aprendido mucho allí y he estrechado vínculos que, pese a ser naturales, estaban siendo obviados.

CV. Esto no se pregunta a un escritor, pero lo voy a hacer: entre la narrativa y la poesía, ¿qué te satisface más?

AM. Hay momentos en los que considero que la poesía expresa mejor lo que quiero decir y otros en los que creo que es al contrario. Durante mucho tiempo, la brevedad de la poesía me permitió expresar ideas vagas, apenas apuntes que pertenecían a una reflexión mayor, con el fin de acabar por entrelazarlas y crear, de ese modo, una idea más clara sobre mí mismo. Con el tiempo, he visto que la narrativa también me permite hacer eso mismo, pero de otra forma, incluyendo un contexto más complejo, surreal y lleno de símbolos.

En realidad, prefiero no tener que diferenciar entre ambas.

En mi opinión, existen pocas editoriales que acepten propuestas que se salgan de ciertos cánones. Entiendo que es difícil apoyar ciertas propuestas, sin crear o intentar crear un nicho de mercado que las recoja.

CV. ¿En qué proyecto literario te encuentras ahora mismo trabajando?

AM. Ahora mismo estoy organizando textos que tenía perdidos en carpetas. A algunos intentaré buscarles un lugar público para mostrarlos, el resto permanecerán ocultos, porque considero que no merecen la pena. De todas formas, me estoy planteando seriamente dejar la escritura. Llevo años cuestionando muchas cosas sobre el sistema editorial, sobre el público en general, sobre el modo de llegar a ese público, incluso sobre el valor de lo que hago, sobre mi ego y el de autores y autoras. Todas esas cosas han provocado un desgaste por el que, actualmente, me encuentro bastante desanimado.

CV. Hasta ahora no te he preguntado por tu trabajo de articulista. No es esencialmente literario, pero voy a lo importante: un buen escritor siempre tiene algo que contar, ya sea en revistas, periódicos o novelas. ¿En qué medios escribes y sobre qué temas?

AM. No puedo afirmar que tenga algo que contar o, por lo menos, que lo que tengo que contar sea relevante para una mayoría. En el pasado he escrito artículos de opinión para alguna publicación en internet. Escribo, de vez en cuando, alguna cosa en mi blog, sobre libros que leo o referencias a alguna de mis obras. En la actualidad, los artículos que escribo tienen que ver con la agricultura, que es lo que me da de comer. Por norma general, evito escribir artículos, intento no convertirme en un opinador profesional, como estos que en la tele un día hablan sobre la pandemia y al día siguiente sobre Ucrania. Detesto bastante esa actitud.

CV. Me lo parece, o eres también un fotógrafo nato. ¿Haces poesía con tus fotografías?

AM. Soy un fotógrafo diletante. Empecé a interesarme por la fotografía en el instituto. De hecho, antes de escribir mi primer poema ya sacaba fotos. Mi primera cámara la compré con diez u once años, después de comentarle a mi abuelo que sería fotógrafo de profesión. Él me dio cinco mil pesetas y me dijo que me hiciese fotógrafo. Durante la universidad, en mis ratos libres y en un laboratorio improvisado en un baño de la residencia universitaria en la que vivía, revelaba mis fotos y hacía composiciones imitando a Man Ray. Con el tiempo, la falta de recursos me distanció de la fotografía, centrándome en la escritura, que acabó ocupando todo mi tiempo libre. Ahora, cuelgo de vez en cuando alguna foto en alguna red social.

Para leer la entrevista en gallego sigue este enlace al blog O figurante

Podéis leer las reseñas de algunas obras de Alberte Momán en CosmoVersus, así como uno de sus relatos:

Más allá de la puerta

El legado extraterrestre

Lapamán y Bondage

Rojo Cochinilla

Todas las obras, narrativas, poéticas y colectivas de Alberte Momán en su blog personal

Tripulación CosmoVersus

Marcos A. Palacios
Marcos A. Palacios
Administro CosmoVersus y colaboro con la Editorial Gaspar & Rimbau, donde he publicado mi primera obra antológica 'Fantasía y terror de una mente equilibrada' y corregido y anotado los libros de los 'Viajes muy extraordinarios de Saturnino Farandoul', entre otras ocurrencias. Mis reseñas van más allá del mero apunte de si este o aquel libro me ha gustado mucho o no. Busco sorprender y animar a los lectores a leer y compartir mi experiencia personal con los libros, igual que los compañeros de CosmoVersus. Soy muy retro, y no por mi edad, pues a los 20 años ya estaba fuera de onda. Perdón por no evolucionar al ritmo de los tiempos, pero es que soy yo.

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