Hibridación de géneros literarios: el drama dentro del terror

Hibridación de géneros literarios. Suena raro, pero existe. A veces no se puede catalogar una obra en un género u otro, aunque contenga ingredientes de alguno más. A eso le llamo hibridación, y no creo ser el único. Pero, concretamente, me llama mucho la atención del drama en el terror, o el terror en el drama. ¿Existen obras así?

Hibridación de géneros literarios: drama y terror

Voy a englobar este artículo en Técnicas narrativas por una razón: más que un punto de vista, es un ejemplo de cómo hibridar una historia. No es algo sencillo, tampoco lo es para mí. Pero es algo que se ve.

Siempre he considerado que la literatura, o siendo más preciso, la expresión escrita, es la base de las demás artes. Por eso, aunque hable de géneros literarios, también incluyo la pequeña y gran pantalla, que tantas maravillas y horrores nos ha brindado. Y podría extenderme a la pintura y la música. Pero no es el caso que aquí nos ocupa.

Tenemos un primer buen ejemplo: Frankenstein o el moderno Prometeo, de Mary Shelley. El ambiente gótico y oscuro, propio de la corriente literaria adscrita, es innegable. Ese Romanticismo puro donde pone al ser humano y su condición en el centro de la cuestión resulta indiscutible. Pero, también, el terror y la «ciencia ficción» que esconden nos acerca a esa hibridación primigenia tan rara y extraña, que podría ser la representante de un paradigma casi único. Por lo tanto, si metemos el drama, entendido como «tragedia», tenemos una supra hibridación genial que va más allá de todo lo que hayamos podido concebir después.

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Frankenstein y La Criatura, por Bernie Wrightson

Errores de comprensión

Nos hemos acostumbrado a hablar de drama directamente como una historia triste. Error fatal. No entraré de lleno en la teoría, pero en principio el drama es una obra de teatro, concretamente si derivamos desde la Antigua Grecia, y que representa, según la RAE, «los conflictos humanos». Así pues, un drama puede ser también una comedia. Vivimos una época en la que los términos se reducen a algo más básico, y se deforman por medio de contagio: alguien que «parece saber mucho» dice algo que «suena a verdad» y ya todos lo creen (es lo que se denomina «falacia») y lo extienden.

La expresión escrita es la base de las demás artes

El tormento de la criatura en Frankenstein para intentar saber quién es, por qué existe, contrasta con su reacción ante el rechazo del ser humano. No es feliz matando, y sigue sufriendo por ello. Así, en mi humilde visión, estamos ante un drama que deriva en tragedia, como he comentado antes. Esto no es nada que luego no se haya llevado a cabo, pero con mayor o menor intensidad en su género distintivo. Sin embargo, Frankenstein tiene todo a partes iguales, aunque yo me inclino más a la tragedia.

Hibridaciones actuales

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Parásito está compuesta por dos películas.

Si hablo de hibridación quiero recalcar que se trata más que nada de esa mixtura de géneros y que, al menos en mi parecer, hay más de uno que de otro. El siguiente ejemplo es una película, adaptación de un manga: Parásito, o Parasyte (en japonés Kiseiju), original de Hitoshi Iwaaki (1988). En esta historia una serie de «bichitos» que vienen del mar se meten en cuerpos humanos, transformándolos en monstruos, con la capacidad de abrir sus cabezas como fauces extrañas y terribles que devoran carne humana.

Hay sangre, un poco de gore; es terrible, sí. Da mucha grima, asco… pero uno de estos parásitos, al intentar entrar en el cuerpo de Shin’Ichi Izumi y no conseguir su propósito, se adhiere a su mano, que será la que se convierta en Migi, el ser que hospeda el joven muchacho, y que carece de las pretensiones depredadoras de sus semejantes.

Así, Parásito se convierte en en algo diferente a lo que parecía que iba a desarrollar: un drama, una tragedia. ¿Por qué? Siempre partiendo de la película (no he leído el manga), la historia se centra en el valor del ser humano, su condición de «parásito» de la Tierra y la naturaleza y… la maternidad. Sí, la maternidad. Un parásito entra en el cuerpo de una científica y bióloga, Riyoko Tamiya, y termina por adquirir la misma admiración por la ciencia que su huésped.

Invasiones y bandos

No voy a explicar aquí la película y su historia completas, pero sí diré que a partir de la situación antes descrita la película toma una forma de tragedia (hago hincapié) donde el terror y la ciencia ficción se vuelven secundarias. Creo que nunca había visto una película tan triste como esta. La intensidad de sus «conflictos», el tratamiento de la maternidad y la ternura de sus personajes, tanto personas como parásitos afloran de un modo especialmente humano y potente, rara vez visto en otras producciones.

La hibridación de géneros literarios nos permite mucha más diversidad a la hora de contar y crear historias, mundos, distopías

Por esta razón creo que Parásito es un buen ejemplo de hibridación de géneros literarios: una supuesta invasión alienígena (lo pongo en duda por los comentarios de los mismos parásitos y por la afirmación con la que comienza la película) frustrada por parásitos que se dejan fascinar por la condición humana y de «madre», presentes en todo el desarrollo y base esencial de la historia. Hay que añadir que casi todos los parásitos, a su pesar, mantienen esa «necesidad natural» de su especie: devorar gente y multiplicarse.

Qué es el ser humano

Finalmente, lo que empieza siendo una película de muerte, terror y vísceras, de ciencia ficción y suspense, acaba en un análisis particular del autor/guionistas sobre el valor del ser humano a pesar de sus acciones; de la maternidad y lo que implica, y entendiéndose la maternidad como el seno de la mujer y el planeta que nos da cobijo; sobre las fuerzas y sentimientos que nos impulsan, sobre lo que nos hace ser lo que somos por encima de otras especies, qué nos hace diferentes y porqué somos tan importantes para nosotros mismos. Quien no se estremezca con el mensaje de esta película, no la ha entendido.

No hay comparación

No la hay, en este caso, con ninguna de estas dos obras. Solo que, centrados en el tema que estoy tratando, veo esa similitud en el tema de la tragedia con el fondo de horror y de planteamiento del ser humano. Un planteamiento, tanto en Frankenstein como en Parásito, que va más allá, mucho más, de lo que leemos o vemos en cada una. La hibridación de géneros literarios nos permite mucha más diversidad a la hora de contar y crear historias, mundos, distopías… Y eso es solo un ejemplo de lo que está al alcance de los escritores y artistas.

Tripulación CosmoVersus

Marcos A. Palacios
Marcos A. Palacios
Administro CosmoVersus y colaboro con la Editorial Gaspar & Rimbau, donde he publicado mi primera obra antológica 'Fantasía y terror de una mente equilibrada' y corregido y anotado los libros de los 'Viajes muy extraordinarios de Saturnino Farandoul', entre otras ocurrencias. Mis reseñas van más allá del mero apunte de si este o aquel libro me ha gustado mucho o no. Busco sorprender y animar a los lectores a leer y compartir mi experiencia personal con los libros, igual que los compañeros de CosmoVersus. Soy muy retro, y no por mi edad, pues a los 20 años ya estaba fuera de onda. Perdón por no evolucionar al ritmo de los tiempos, pero es que soy yo.

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