‘Kingdom’. Zombies en la Corea medieval (2018)

Cuenta ya con dos temporadas y la siguiente promete. Kingdom, zombies en la Corea medieval, ha superado mi cuota de aprobación para las historias de muertos vivientes. Discreta producción de Netflix, que le da mil vueltas a otras sobrevaloradas producciones actuales que aburren hasta a las ovejas.

Kingdom, zombies en la Corea medieval

Basada en los mangwas Land of the Gods (2014) de Kim Eun Hee, quien ha guionizado también la serie de televisión, narra la historia del príncipe heredero de la dinastía Joseon, Lee Chang, por resolver una extraña plaga que devuelve la vida a los muertos, que se convierten en temibles fieras habrientas de carne humana, al estilo de 27 días después —también se convierten en expertos atletas—. Le acompañará su séquito de fieles y una inocente curandera que será clave en la trama.

Intrigas palaciegas

Entre los sucesos de los muertos vivientes, habrá una división en el reino de la familia de Joseon, pues una intrusa, la nueva esposa del emperador, más mala que el propio demonio, quiere derrocar a Lee Chang, que escapa con sus partidarios. A partir de aquí se desata la aventura, el peligro, y la plaga zombie se extiende peor que una guerra.

Calidad VS Cantidad

Las dos temporadas tienen 6 episodios cada una, por lo que hace un total de 12 capítulos en los que se desenvuelve la historia, que tendrá una continuación. Al menos, aquí no te aburres. Giros insospechados, elementos fantásticos y misteriosos, intrigas, peligros, luchas y grandes dosis de sangre y desesperación.

Esta serie ha conseguido engancharme y hacerme alucinar con sus secretos. De gran presupuesto en efectos, actores y producción, todo fan de los zombies no debería perderla de vista, porque supera con creces mucha basura sobrevalorada de los últimos años en materia de muertos vivientes, porque aquí sí son los verdaderos protagonistas. Acción trepidante que no dejará respiro ni a los protagonistas ni al público.

Terror del bueno

Grandes dosis de acción, de misterio y de terror. Invasión sin precedentes de muertos vivientes. Reinos y ciudades medievales, sin tecnología, sin poder sobre el fenómeno más extraño vivido por el ser humano en una época en la que la astucia y las armas primitivas son la única defensa para la plaga. Pero, ¿qué ha provocado esta barbarie?

Sí, en Kingdom se explicarán muchas cosas, a cuentagotas, y se abrirán y cerrarán hilos argumentales, para no aburrir al espectador —benditos surcoreanos, habéis dado en el clavo de saber contar bien una historia, de momento, sin destrozarla—. Escenas de increíble dramatismo, belleza y turbación bañarán la pantalla de tu televisión o dispositivo. ¿Estás preparado?

Sin palabras

En efecto, me he quedado sin palabras, porque no me parecen suficientes para alabar esta producción que, en mi opinión, es un nuevo referente. Combates, zombies, personajes inolvidables, escenarios y decorados inigualables, paisajes impactantes, vestiario, música… Merecedora de los mejores elogios, Kingdom, hasta el momento, con sus dos temporadas, se ha convertido en una de esas series que pienso volver a ver en breve, y de un tirón, porque si algo tiene esta historia es ritmo, y si lo dejas pasar un tiempo, pierdes el hilo.

Si sois de los que aún piensan que por ser coreana será una birria, atentos, porque vais a quedar boquiabiertos. Comparable —y superable— a Train to Busan, después de ver Kingdom, zombies en la Corea medieval, no volveréis a ser los mismos ni a ver el resto de series y cine zombie de la misma forma.

Tripulación CosmoVersus

Marcos A. Palacios
Marcos A. Palacios
Administro CosmoVersus y colaboro con la Editorial Gaspar & Rimbau, donde he publicado mi primera obra antológica 'Fantasía y terror de una mente equilibrada' y corregido y anotado los libros de los 'Viajes muy extraordinarios de Saturnino Farandoul', entre otras ocurrencias. Mis reseñas van más allá del mero apunte de si este o aquel libro me ha gustado mucho o no. Busco sorprender y animar a los lectores a leer y compartir mi experiencia personal con los libros, igual que los compañeros de CosmoVersus. Soy muy retro, y no por mi edad, pues a los 20 años ya estaba fuera de onda. Perdón por no evolucionar al ritmo de los tiempos, pero es que soy yo.

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