Nuestro desaparecido Juan José Plans ofrece en este ensayo, La literatura de ciencia-ficción, su visión sobre la ciencia ficción desde los remotos inicios hasta la época en que fue escrito, esto es, en la década de los 70. Un breve pero directo y aclaratorio estudio sobre qué es la ciencia ficción, con afirmaciones todavía vigentes hoy, y un breve panorama del género en su época.
La literatura de ciencia ficción
El libro de Juan José Plans nos plantea, desde el inicio, un interrogante: saber identificar qué es ciencia ficción de lo que no es, incluso si está diluida en otros géneros, si realmente es un género propiamente dicho. En este caso, le da en parte la razón a Camilo José Cela, cuando dijo aquello de que «No creo en los géneros literarios ni en sus convencionales fronteras». Las citas de otros escritores y expertos en ciencia ficción no faltan en el reparto de aseveraciones acerca de la naturaleza de este género, y de esta forma Plans nos ofrece un aspecto general de las teorías y opiniones sobre la ciencia ficción en literatura.
Ciencia ficción remota
Plans vuelve atrás, a épocas sobre los mitos de algunas civilizaciones, para establecer un vínculo popular y oral que explique la semilla de la ciencia ficción en la mente humana, por eso nombra al Ramayam, la Bhagavad Gita, los Vedas o Gilgamesh. Citando a Óscar Hurtado: «La ciencia ficción, esa nueva modalidad de ese habitáculo encantado que es la mente del hombre, no nació por generación espontánea. Los siglos la fueron destilando en obras ilustres que no fueron premeditadas desde la perspectiva que nos da ahora el nuevo género».
Con esto quizá se pueda referir a ciertas obras en las que existen elementos y acercamientos claros a la ciencia ficción pero que no pretendían ni serlo ni crear nada. Algo así como sucedía con los cohetes de Cyrano de Bergerac.
Lo orígenes no delimitados
No todo lo que contenga elementos de ciencia ficción pertenece a dicho género, pero sí podemos englobarlo en ciertos aspectos al mismo: desde Luciano de Samosata (Historias verdaderas, siglo II), pasando por Voltaire (Micromegas, s. XVIII) hasta la revolución, en el s. XIX, con Frankenstein de Mary Shelley. Lo que quizá sea imperdonable es que entre Julio Verne y H.G. Wells no mencione a Enrique Gaspar con El Anacronópete. Craso error, amigo.
En España
Juan José Plans también realiza una breve exposición acerca del estado de la literatura de ciencia ficción en España en el momento de escribir este ensayo, donde se lamenta de la poca difusión e interés de los editores del momento para publicar directamente a autores dedicados al género. Estos deberán echa mano de antologías o revistas especializadas, entre las que destaca Nueva Dimensión o La estafeta literaria.
Algunos autores resumieron el trato a la ciencia ficción española en palabras escuetas, tales como J. Ignacio Ferreras, quien afirma que «La ciencia ficción en España está empezando…». A lo que Plans responde que «La verdad, es hora ya de poner punto y final a ese manido «empezando». La ciencia ficción, en nuestro país, dio comienzo hace tiempo». Por ello resulta imprescindible hablar de los pioneros «puros», como el Capitán Sirius o el Coronel Ignotus.
Está claro que en 2020, y desde hace muchos años, el panorama es bien diferente. Quizá, podría ser, que aquel obstáculo en la ciencia ficción española que volaba ya en los años veinte, hace cien años, fuera, precisamente, lo que cambió a la literatura mundia de ciencia ficción: la guerra. En nuestro caso, la Guerra Civil, que interrumpió todo camino abierto para las artes, no solo para la literatura, y en concreto, el género que nos ocupa.
Considero que esta obra tiene tal fuerza interpretativa y poder de visión que cualquier libro de quinientas páginas describiendo la ciencia ficción sería un despilfarro de energía y recursos.
Marcos A. Palacios (CosmoVersus)
¿Qué es la literatura de ciencia ficción?
Como punto y final, Plans comenta los medios en los que la ciencia ficción se ha desarrollado mayormente, incluyendo la literatura, pero también la radio —haciendo una escapada a la impresionante retransmisión de Orson Welles con La guerra de los mundos en 1938— y la televisión.
Lo que ha demostrado este ensayo es su vigencia respecto al análisis de qué es la ciencia ficción, y tras haber leído en la actualidad cientos de referencias y afirmaciones de la naturaleza del género, me atrevo a decir que es una obra indispensable, directa y completa, ya que, al mismo tiempo. nos describe cómo se vivía hace 45 años la ciencia ficción en España.
La ciencia ficción, género literario nacido en nuestro siglo, con ilustres antecesores en el pasado, partiendo de la realidad y sirviéndose de la fantasía, intenta mostrarnos nuestras posibilidades (…) en un futuro, inspirándose en un presente y sin olvidar nuestro pasado. No se trata de predecir con exactitud un futuro, sino de plantearlo por medio de la especulación.
La ciencia ficción no pretende responder a las preguntas que se hace el hombre contemporáneo acerca de sí mismo y del lugar que ocupa (o que le corresponde) en el comos, sino el sembrar la inquietud intelectual para que el hombre no se quede inmerso en esa realidad cotidiana y procure indagar acerca de su verdadera realidad (…), utilizando para ello ese gran medio que es la fantasía (que no solamente es imaginar «cosas fantásticas»).
Juan José Plans
La literatura de ciencia-ficción. Juan José Plans.
Biblioteca cultural Planeta #19. Editorial Prensa española/ Magisterio español. 1975.
160 páginas, tapa blanda.
ISBN: 8428703477/8426580092
Tripulación CosmoVersus
- Administro CosmoVersus y colaboro con la Editorial Gaspar & Rimbau, donde he publicado mi primera obra antológica 'Fantasía y terror de una mente equilibrada' y corregido y anotado los libros de los 'Viajes muy extraordinarios de Saturnino Farandoul', entre otras ocurrencias. Mis reseñas van más allá del mero apunte de si este o aquel libro me ha gustado mucho o no. Busco sorprender y animar a los lectores a leer y compartir mi experiencia personal con los libros, igual que los compañeros de CosmoVersus. Soy muy retro, y no por mi edad, pues a los 20 años ya estaba fuera de onda. Perdón por no evolucionar al ritmo de los tiempos, pero es que soy yo.
