‘La mirada perversa’, Edogawa Rampo

Repito lectura de Edogawa Rampo, después de la primera vez con El extraño caso de la isla Panorama, comentada en este blog. En La mirada perversa traspasamos de nuevo el umbral de la obsesión y la locura de los personajes de este autor, cuyas historias deberían ser motivo de alucinaciones para muchos.

El tema central: la obsesión, la deformación de la mente a través de objetos cotidianos y situaciones comunes que desembocan en un trastorno difícil de comprender. Mientras tanto, la elegante prosa de Rampo y su detallado desgranaje de las personalidades que nos presenta, convierte la lectura en algo atractivo, incluso relajante. De hecho, el autor juega con ventaja: sabe mantener el suspense y arrancarte un sobresalto o un escalofrío cuando menos te lo esperas. Veamos qué contiene este libro…

El que pasea por el revés del techo (Yaneura no sanposha), 1925

El cuento más largo del libro. El joven e introvertido Saburo Koda cambia incesantemente de residencia, hasta llegar a una con una peculiar distribución y de nueva construcción. Un día, jugando con sus excéntricas manías, duerme en un armario y descubre que en el techo una lámina desmontable, por lo que decide investigar qué hay al otro lado, en el hueco del falso techo.

La perversa y creciente obsesión de Saburo por encontrar emociones en su vida le llevará a realizar numerosos episodios malintencionados. La historia se completará con una parte puramente policiaca, con un asesinato de por medio —y la aparición de un personaje «estrella» de Rampo, el detective Kogoro Akechi—. Si ya gran parte de la misma parece el prólogo que anuncia lo que va a suceder, no deja de sorprender la minuciosa obra que Rampo ha hecho con este cuento delicioso.


Pulgarcito baila (Odoru Issunboshi), 1926

Este es el relato más corto —lo sé, siempre me gusta fijarme en ese detalle—. Sin embargo me ha resultado brillante, divertido, entrañable, terrorífico y espeluznante. El poder que Rampo ejerce sobre el lector es tan enfermizo como sus cuentos. Un enano de circo es sometido a las bromas y juegos despiadados de sus compañeros de función, hasta que el último juego, donde cada uno debe demostrar sus cualidades ocultas, se convierte en un verdadero espectáculo de pesadillas que llevará al lector a la confusión, el horror y el suspiro.

Luego, ese cajón ensartado cual bloque de tofu puesto a la brasa, comenzó a traquetear como si estuviera vivo. Los espectadores se encontraban absortos ante el realismo del espectáculo (…). Entonces llegó el momento en que se clavó la última de las katanas, la número catorce. Los gritos de Hana ya se habían transformado en unos gemidos tan débiles como los de alguien herido de muerte.

Pulgarcito baila. Edogawa Rampo.


El infierno de los espejos (Kagami jigoku), 1926

El narrador nos cuenta que conoció a un joven singular obsesionado, desde pequeño, con los cristales, espejos y cualquier objeto que contuviese lentes o similares. A medida que va creciendo, todo pasa de ser un pasatiempo a convertirse en el centro de su vida. Pero K, que así se le nombra, no tiene suficiente, y comienza una carrera de excentricidades, terribles a ojos de los demás.

¿Qué pasa cuando pretende llevar más lejos todavía su curiosidad y deseo de experimentar? Para un lector de principios del siglo XX, esto es claramente aterrador. Jugar con los efectos de las lentes y espejos provocando formas enfermizas, así como gastando bromas, no parece algo muy sano. Así que, preparaos para el misterio, agarrad bien el libro, adentraos en el imaginativo mundo de los espejos de Rampo. Tened en cuenta que en la época en que vive Rampo es inusual este tipo de experimentación y conocimiento científico.

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Mi ejemplar con marcapáginas. Uno de los mejores regalos que puedo haber recibido.

Un amor inhumano (Hitodenashi no koi), 1926

La protagonista narra los terribles hechos que llevaron a la muerte a su marido, así lo expresa al poco de empezar la lectura. Tanto ella, como el difunto, comparten algo inusitado en narraciones del estilo: los dos poseen una personalidad marcadamente deformada. Él, con su obsesión y su comportamiento inusual; ella con sus miedos a cualquier cosa que para el resto puede ser común.

Un matrimonio por conveniencia donde la pasión del marido resulta macabra hasta para la esposa, y ello será motivo de intriga para la muchacha, que perseguirá a su extraño cónyuge hasta la casa de adobe, para descubrir una pesadilla que Rampo desgaja con maestría y suspense, más allá del terror evocado en cada linea.


La oruga (Imomushi), 1929

Este cuento no puede ser calificado más que como retorcido, inmersivo, sumamente estomacal, terrible y delirante, por decir algo. Los deseos más bajos e íntimos de la esposa de un militar destrozado por la guerra la arrastran al amor y el odio más obsesivos que jamás haya encontrado en una historia escrita.

Tokiko cuida a su esposo, el teniente Sunaga, después de que en la guerra se quede sin brazos ni piernas, pierda algunos sentidos y su rostro se haya convertido en un mapa cuyos accidentes geográficos han sido pulverizados. Así, lanza hacia él la caridad más intensa al verlo en ese estado, pero también el odio y la lascivia sexual no menos despreciable. A medida que avanzas en la lectura y encuentras detalles escabrosos, puedes sentir desde asco hasta un terror impulsivo. La visceral atmósfera en la que Rampo envuelve los acontecimientos cotidianos de esta historia la convierten en el relato más amoral y apasionado de los que conforman este libro.

Ambos brazos y piernas se hallaban cercenados casi de raíz, con apenas un pequeño bulto de carne sobresaliendo de cada juntura, que constituía un mero recordatorio del miembro original.

La oruga, Edogawa Rampo.


El hombre que viaja con un cuadro en relieve (Oshi-e to tabi suru otoko), 1929

Cambiando de registro, Rampo nos cuenta una historia de corte onírico y fantástico, hermoso donde los haya, semejante a uno de esos cuentos de la antigüedad. El narrador encuentra a un extraño hombre en un tren, portando un cuadro que le llama sumamente la atención, y cuyas dos figuras en relieve le causan una impresión y sensación profundas y enigmáticas. Como salido de la bruma del pasado, el anciano le cuenta la historia del cuadro, que también es parte de su historia.

Imágenes fantasmagóricas en un escenario igual de increíble hasta para el lector acostumbrado a leer cierto tipo de géneros. No miento si digo que «el cuento dentro del cuento» en este relato resulta incluso de mayor impacto que el encuentro entre los dos personajes en el tren. Como siempre, el romántico final del relato principal es un recurso perfecto para rematar el misterio del hombre que viaja con un cuadro en relieve.

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Edogawa Rampo

Hasta aquí los seis cuentos que conforman esta antología. En los apéndices, necesarios y muy útiles, Daniel Aguilar, el propio traductor, completa con curiosidades de Rampo y las ediciones de estos cuentos. Un punto a favor de la editorial, que muchas tantas otras deberían tomar nota. Soy un apasionado defensor de los apéndices, las notas, los comentarios, etc… que completen cualquier obra, y más siendo de un autor poco conocido en habla hispana y cuyo pseudónimo se puso en honor a su escritor admirado, Edgar Allan Poe.

Algunos de estos cuentos son inéditos en nuestro idioma. Desconozco las otras traducciones, obviadas en esta antología, puesto que Daniel Aguilar se basta para la fabulosa tarea de poner voz castellana a este milagro japonés. Nada arrepentido de aceptar un regalo tal. Ya había hablado hace un par de años de otra novela, El extraño caso de la isla Panorama, otra historia de belleza, obsesión, amor y delirios que supuso mi primera incursión en este autor del que no descarto conseguir sus otros títulos, publicados también por Satori Ediciones. Y por cierto, animaría a la editorial a realizar ediciones integrales de este original autor. Pongo a Poe por testigo de que compraría ese libro.

Con esta antología he quedado sorprendido, asombrado, extasiado. Amantes de lo extraño, de la angustia y la desviación, del misterio y el terror, el horror oculto, el erotismo atípico… aquí tenéis una excusa para cambiar de registro en vuestros gustos literarios. No volveréis a ser los mismos.


BIBLIOGRAFÍA

La mirada perversa, antología de Edogawa Rampo.

-Satori Ediciones. Colección Satori Ficción #II. 2016.

-224 páginas. Tapa blanda con solapas.

-ISBN: 9788494578106

Tripulación CosmoVersus

Marcos A. Palacios
Marcos A. Palacios
Administro CosmoVersus y colaboro con la Editorial Gaspar & Rimbau, donde he publicado mi primera obra antológica 'Fantasía y terror de una mente equilibrada' y corregido y anotado los libros de los 'Viajes muy extraordinarios de Saturnino Farandoul', entre otras ocurrencias. Mis reseñas van más allá del mero apunte de si este o aquel libro me ha gustado mucho o no. Busco sorprender y animar a los lectores a leer y compartir mi experiencia personal con los libros, igual que los compañeros de CosmoVersus. Soy muy retro, y no por mi edad, pues a los 20 años ya estaba fuera de onda. Perdón por no evolucionar al ritmo de los tiempos, pero es que soy yo.

2 comentarios sobre «‘La mirada perversa’, Edogawa Rampo»

  1. Muchas gracias por la elogiosa reseña, que no había descubierto hasta hoy. Hay previsto más Rampo en Satori, pero de momento le recomiendo La bestia ciega.
    Un cordial saludo.

    1. De nada Daniel, ha sido un placer leer esta traducción. Aún estoy pendiente de hacerme con otros títulos de Rampo, pero seguiré tu recomendación. Un saludo.

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