‘Lagarto, lagarto: Cuando los visitantes invadieron la Tierra’. Montijano y Olivero (2013) [Reseña]

Resulta de gran importancia que alguien se haya preocupado por lanzar una publicación sobre la franquicia V (1983) en España, pues aún perdura en nuestra memoria y nuestro imaginario colectivo. Pero debo decir que he encontrado los dos lados de la moneda en este libro: lo bueno y lo malo.

Lagarto, lagarto: cuando los visitantes invadieron la Tierra

Después de revisionar las producciones originales de V (1983-1985) y reseñarlas en este mismo Sitio, me llevé una gran sorpresa al recibir como regalo este librazo de Diabolo Ediciones, editado en 2014. Sorpresa doble porque no lo conocía, y venía a ser un complemento extra a mi admiración por esta franquicia. Sin embargo, tengo que contar el oro y el barro acerca de este libro, que no ha resultado todo lo brillante que podría haber sido. Me alejaré de posturas infantiles para mostraros tanto lo bueno como lo malo que me ha parecido, sin desmerecerlo.

Lo bueno

Toda información es bienvenida, sobre todo si los datos recopilados son difíciles de encontrar o inexistentes en esta red infernal que es Internet. Habrá gente a la que le importa un pito, pero a mí me interesa sobremanera: el desgrane de los datos técnicos de las series de televisión, reparto, fechas, etcétera, ha sido descomunal. Se agradece por la importancia que tiene reflejarlo en un libro de este tipo, que no es más que una guía para admiradores.

Resumen de los capítulos, incluyendo el capítulo final que no llegó a rodarse, así como el desglose de la franquicia derivada, el universo expandido: cómics, libros, novelas, guías… Obviamente, en España no llegó ni la mitad de lo mencionado, así que no está de más saberlo y, para quien hable idiomas, le interesará el hecho de que corren por ahí ejemplares e información extra de la serie. Muchos inencontrables, ¿qué le vamos a hacer? Pero están ahí. Digo esto, sobre todo por el apartado dedicado al universo expandido de la serie, que consta de información jugosa vertida en los mencionados cómics, novelas y guías publicadas, todo muy bien explicado.

Relación y resumen de merchandising tanto español como extranjero. Esto nos recordará a muchos los momentos increíbles cuando llegaba la Tele Indiscreta a casa con las pegatinas de la serie, y aquella tarde mítica del nacimiento de los gemelos de Robin, cuando nos quedamos helados al final del capítulo. Pero también nos morimos de envidia al ver las cosas que llegaban a otros lares y que nos habría encantado tener. Hoy en día son verdaderas piezas de coleccionista. Pero los españoles también podemos levantar envidias, porque se publicaron cositas interesantes exclusivas, raras y que hoy alcanzarían, estoy seguro, un valor incalculable; me estoy refiriendo a ciertos cómics y coleccionables que, si he entendido bien, no eran oficiales, pero aparecían como regalo en Tele Indiscreta. Cosas así son las que hacen la pena volver al pasado, ¿no creéis?

A lo largo del libro encontramos testimonios de algunos actores, como Marc Singer o Faye Grant, pero al principio hay una carta del creador, Kenneth Johnson. Conseguir que un maestro de la ficción acceda a dar unas palabras al público español, en esta época, es todo un logro. Por cierto, acerca de Johnson hay algunos apartados que cuentan datos más que valiosos: detrás de la producción de V: todo lo que se cocía antes, durante y después de las tres series de televisión. Si bien el texto es breve, nuevamente hay que agradecer que se ponga en manos del público.

Hay gran cantidad de fotografías, tanto de la serie, como de los actores, el merchandising, curiosidades y todo lo que gustéis. Al respecto, uno de los fuertes es la relación de portadas, cards y otros extras para disfrutar gráficamente del libro.

No quiero olvidarme, en el apartado de la guía de la serie, un hueco para la mayoría de intérpretes y personajes que aparecen en las tres series. Tengo que reconocer que es una de mis secciones favoritas, aparte de los entresijos de la serie; es más, es uno de los puntos fuertes. Tener reunida esta información siempre es un tesoro. Y, claro está, por último, la calidad de materiales del libro es más que alta: tapa dura, papel en brillo y de notable gramaje.

Álbum de cromos. Fuente: Tierra de Larabeau.

Quiero aportar un dato a Lagarto, lagarto, en el apartado de «frases míticas». En él aparecen algunas frases interesantes y cómicas de algunos personajes. Voy a añadir una que me gustó muchísimo, entre otras que he podido ver. Cuando Mike está siendo engañado por Diana con un colgante holográfico que le permite que la vea como a Julie, Lydia le pide que le deje usarlo para aprovecharse del prisionero, y Diana le responde: «Pero no hagas una chapuza».

Finalmente, incluye una relación de sitios de Internet para ampliar la información de la serie. ¡Hurra! Es como una bibliografía que ayuda a que los lectores puedan seguir navegando en la nave nodriza de sus sueños.

Esto es, a grandes rasgos, los pros y extras que he encontrado en Lagarto, lagarto. Ahora, vamos con la parte negativa, como decía el Un, Dos, Tres

Lo malo

Ahora que se me ha llenado la boca, tengo que vaciarla, y es que hay detalles que no me han parecido muy acertados. Empezaré por lo más gordo: gran parte de la información del libro ya está en Internet desde hace muchísimos años. Lo sé porque ya la había consultado alguna vez. No me parece muy meritorio escribir un libro con información libre y disponible para todo el mundo. Lo cual no significa que crea que no sea legítimo, que es muy distinto. Quizá en 10 años la información ha aumentado, ha cambiado, o sea más accesible en cuestión de idiomas. Pero eso no quita que esté ahí.

Por otro lado, y esto es algo muy personal, hubiese preferido que la información sobre la producción, curiosidades de rodaje y todo tipo de datos detrás de bastidores fuese más extensa, cosa que no ocurre. No es que sea poca, pero en comparación con el libro, es demasiado breve.

Esto lo empeora el hecho de que, desde la página 10 hasta la 43 (sí, contad, 33 páginas), solo habla de las series y películas que pasaban por televisión y cines en 1985, año del estreno en España de V. La verdad, es que esta parte era innecesaria, ya que no aporta información sobre el tema principal del libro, y se come gran parte de su contenido. Sí, fue una decepción, para mí, ver cómo página tras página, no veía a V por ningún lado. Es muy bonito todo lo que comenta, no lo voy a negar, pero no viene a cuento, ni tendría que figurar en el libro. Es como un relleno para pagar más. Y los consumidores no estamos para perder el tiempo y dinero. Creo que poner en contexto la época en que llegó V a las pantallas españolas no era tan importante o, al menos, hacerlo de ese modo.

Algunas fotografías están comprimidas, se ven «alargadas». Es un efecto muy poco estético que habría evitado, porque en una presentación para un libro de este calibre es muy molesto y da muy mala imagen a quien lo haya maquetado.

Cómic de Tele Indiscreta. Fuente: Tebeosfera

Hay un apartado dedicado al remake de V de 2009 y, esto también es algo muy personal: creo que sobraba. O por lo menos, no debería de haber ocupado tanto espacio, pues la considero un producto menor y sin importancia. Sí era necesario comentarla, por ser una nueva versión y las implicaciones con la historia original que tiene (Marc Singer y Jane Badler hicieron acto de presencia), pero no tanto como para desglosar capítulo a capítulo. Los que hemos llegado a este libro lo hacemos por V de 1983.

También he notado que hay pequeñas inexactitudes sobre sucesos en la historia de V, que podrían pasar inadvertidos, pero que no son ciertos. No sé si los autores del libro han visto la serie hace tantos años que se han confundido, pero puedo asegurar que, aun siendo errores que no interfieren en la comprensión del texto, no corresponden con la realidad (yo también puedo equivocarme en mis reseñas, ¿eh?). Un ejemplo de ello está en la página 138, en el argumento de la primera miniserie, cuando Mike Donovan huye a través de la nave nodriza al descubrir, en secreto, que Diana y su superior comen aves y ratas. En el libro habla de que, en su escapada, alguien lo agarra por el cuello y empieza a pelear con un visitante, momento en que tiene ojos de reptil. Pero esto no sucede así. La escena es que, cuando Mike pone pies en polvorosa, puede observar, a través de la rejilla de ventilación de un habitáculo, a un visitante quitándose los ojos postizos, revelando los ojos de reptil. Pero este lo descubre, y comienza la pelea. Estas cosas hay que mirarlas con lupa, porque hay algún que otro gazapo como este por el libro, y podría pensar que otros datos que para mí son desconocidos, puedan contener también errores. Esto no le hace buena publicidad.

Valoración final

Un libro que, a pesar de todo, resulta un buen compañero, porque está realizado por dos admiradores de la serie y con muchísimo material interesante y valioso, proceda de donde proceda, pero con gran garantía de su veracidad. La parte gráfica no desmerece en absoluto. Contento con la lectura y por el hecho de que sea un regalo que conservaré toda mi vida. Reúne información valiosa y estoy seguro de que el público ha agradecido el hecho de que, con el escaso o nulo material de esta serie que existe en España, por lo menos podamos decir que aquí, nadie olvida V.

Lagarto, lagarto: Cuando los visitantes invadieron la Tierra. Juan José Montijano y Mª Carmen Olivero. 2013.

Diábolo Ediciones. Cartoné. Color. 266 páginas.

Introducción de Kenneth Johnson.

ISBN: 978-84-15839-88-0

Pincha el título o la cubierta para adquirir un ejemplar.

Tripulación CosmoVersus

Marcos A. Palacios
Marcos A. Palacios
Administro CosmoVersus y colaboro con la Editorial Gaspar & Rimbau, donde he publicado mi primera obra antológica 'Fantasía y terror de una mente equilibrada' y corregido y anotado los libros de los 'Viajes muy extraordinarios de Saturnino Farandoul', entre otras ocurrencias. Mis reseñas van más allá del mero apunte de si este o aquel libro me ha gustado mucho o no. Busco sorprender y animar a los lectores a leer y compartir mi experiencia personal con los libros, igual que los compañeros de CosmoVersus. Soy muy retro, y no por mi edad, pues a los 20 años ya estaba fuera de onda. Perdón por no evolucionar al ritmo de los tiempos, pero es que soy yo.

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