‘Creepy’, los antiguos horrores

Recuerdo que desde pequeño, ya lo he dicho en varias ocasiones, me apasiona el tema del horror y el terror. Hace muchos años mi padre me trajo un cómic que se encontró. Estaba impreso en blanco y negro, contenía historietas cortas, terroríficas. No recuerdo el título de la publicación. Quizá era uno de esos Creepy que por aquella época (década de los 80, segunda mitad) correteaban por los kioskos.

Creepy, antiguos horrores

Me acuerdo de dos de esas historias. Una de ellas terminaba con un Jack el Destripador cortando los dedos a un personaje en una barca. En otra, una encantadora viejecita que vivía sola se quedaba dormida en el sofá de casa rodeada de sus mascotas… que terminaron por devorarla, y en la última viñeta el gato, el perro y el canario estaban comiéndole las entrañas, los ojos, el corazón… quizá murió y ellos aprovecharon la oportunidad para recordarla para siempre.

Hace unas semanas conseguí de la biblioteca dos tomos recopilatorios de Creepy (1964-1983), editados por Planeta Cómic (la colección va por el tomo 14, pero en esta biblioteca solo tienen dos tomos). Han sido suficientes para recuperar esa sensación que antaño sentí con esos primeros cómics de terror. Historias crudas, hasta cierto punto, dotadas de ironía, humor. Temáticas: con hombres lobo, vampiros, asesinos, monstruos… ambientados en épocas variadas. Todo un festival del mítico terror de esa época. Estoy hablando de la década de los 60, pues la edición que reedita Planeta es la original norteamericana. En España hubo otra versión con más influencia española. Ahora tenéis la oportunidad de conocer de dónde vino el Creepy de Toutain Editor.

Eran, pues, historias no sometidas al Comics Code Authority, del que no formaba parte la editorial Warren, encargada de publicar Creepy.

Autores ilustres

Hay dos puntos que me llaman especialmente la atención sobre estos dos tomos que he podido disfrutar -y espero que, pronto, del resto-: una de ellas es que en la mayoría de historietas el guionista es Archie Goodwin. Goodwin puso su sello a otras publicaciones como Eerie, Vampirella, La tumba de Drácula, Star Wars, superhéroes Marvel y DC, Starman o Alien: la historia ilustrada. Este guionista, que llegó a ser jefe editor en Marvel, se encargaba de gran parte de las historias. Por la pasarela de dibujantes pasaron nombres como Richard Corben, Alex Toth y Steve Ditko como sobresalientes norteamericanos; y en el plano español suenan Martín Salvador o Luis Bermejo.

Adaptaciones de Isaac Asimov

Y en segundo lugar, una serie por entregas centrada en Adam Link, un robot con talento humano. La historia de este robot podría recordar al universo de los robots de Isaac Asimov, concretamente al relato Robbie (1950), en el que se le atribuyen a un robot características humanas, mientras que a su alrededor crece una terrible fobia a estas criaturas artificiales. Adam queda huérfano de su creador y es acusado de su asesinato, en el primer capítulo. Hablan de que está programado para no hacer daño a los seres humanos, y él mismo se siente humano.

Poco a poco se desgrana su historia en capítulos que explican sus características humanas: desea convertirse en humano, se hace hombre de negocios, se enamora… podría considerarse un antecedente a El hombre Bicentenario (1976), también de Isaac Asimov, una hermosa historia llevada al cine con Robin Williams de protagonista. En este cuento, Andrew, el robot, comienza siendo un asistente en un hogar. A medida que pasan los años, Andrew desarrolla una capacidad única y extraordinaria para su evolución psicológica, llegando a sentir que es humano y actuando como uno, deseando ser considerado y legalizado como una persona.

creepy
El tío Creepy

A tener en cuenta el «cerebro de esponja de iridio» de Adam Link, contrastando con el cerebro positrónico de los robots de Asimov, fabricados con «esponja-malla de platino e iridio» y circuitos de positrones. Estas descripciones aparecen en los cuentos de robots de Asimov de la década de los 50.

Otras adaptaciones clásicas

En ocasiones algunas historias pueden resultar absurdas o sosas, sin embargo todo ello es un experimento y siempre hay público al que le guste una u otra. También hay hueco para adaptaciones, como, en estos dos primeros tomos, El corazón delator de Poe, o incluso la continuación del Drácula de Bram Stocker. Los guionistas y dibujantes de Creepy no nacieron ayer, y en su día realizaron una grandísima labor artística y de calidad que fue mejorando con los años, adaptándose a las modas y exigencias del mercado sin perder su característica principal: hacer un buen cómic de horror.

Otro de los aspectos de la revista Creepy es el humor negro con que presenta sus variadas historias. Para ello precisa del tío Creepy, un personajillo de aspecto putrefacto pero en el fondo es, sencillamente, en narrador. Está presente en todos los relatos, los presenta y, en ocasiones, los despide para dar paso a la siguiente. El tío Creepy emplea chistes, ironías y juegos de palabras para buscarle el lado cómico al tema de la historia. Además, se dirige a los lectores como «mis pequeños diablillos» y cosas así, lo que le da un carácter más abierto y familiar.

Incluso una de las primeras historias cuenta su origen, su nacimiento. Sorprende ver a un bebé con su cara y aspecto, algo más infantil, pero es realmente él. Otro motivo más por el que Creepy se erige como una revista, aunque adulta, dirigida a un público abierto, con sentido del humor y capacidad de encontrar su punto gracioso a cualquier maldad narrada.

De colección

Este artículo lo escribo desde Alicante, donde me he desplazado por unos días libres, y he recordado que guardaba un tomo de Creepy original, un Almanaque 1981. Así puedo comparar las diferencias entre las ediciones española y norteamericana, y entre las épocas, ya que el cómic underground estaba en auge desde finales de los 70, y el estilo con que comenzó la publicación es diferente al enfoque de los 80. Contiene historias a color y b/n, entrevistas a dibujantes españoles, viñetas de chistes, ilustraciones… todo ello aderezado con la indecente presencia del tío Creepy, por supuesto. La evolución de la revista es notable, y con ella, la historia de los cambios sociales y artísticos del cómic.

En medio de toda esta vorágine figura una extensa historia de José Ortiz, el inquebrantable dibujante valenciano que cruzó el charco para dibujar a la mismísima Vampirella, contribuyó a las Historias Ilustradas de Bruguera y perfiló a Tex. Además, la historia la introduce el propio editor James Warren, elogiando el trabajo de este dibujante que colaboró en sus revistas.

Como curiosidad de esete almanaque, la última historieta, titulada El Censor, trata sobre la labor de un censor de la Comics Code Authority, e incluye algunos epígrafes y normas del código y de otros libros de defensores y detractores de la censura de la época. Irónico, ¿no?

almanaque

Testimonios dementes

Para terminar, un amigo, Demitri Maximov, me ha contado su experiencia con los cómics de Creepy, que traslado para conocimiento de todos.

«Recuerdo que me encantaban de crío (con 37 años también). Sobre todo porque ya de niño me apasionaban los monstruos (clásicos de la Hummer) y los cómics, y con esas revistas tenía las dos cosas en una. El problema lo tenía con mis padres, ya que no me querían comprar cómics así. A lo que respondí comprándolos a escondidas (mientras otros ocmpraban revistas de tetas y culos). Pero sobre eso recuerdo momentos de tensión y alegría al ver que a veces, solo a veces, ganaba el «malo» o el desenlace final. Como conclusión solo diré que esas revistas representan momentos de felicidad de mi infancia de 37 años».

Demitri Maximov, Murcia.

«Gracias, Demitri, por contarle al tío Creepy tus recuerdos y tu entusiasmo con mi revista. Ya veo que has crecido sano y con una mente abierta. Solo espero que ese hacha no te produzca muchos dolores de cabeza y guardes todas mis revistas en tus estanterías, en lugar de tener esos frascos con órganos humanos en formol. Bueno, si quieres te hago un autógrafo, pero con la sangre de otro». El tío Creepy.

Creepy 1 y 2. Planeta de Agostini, Barcelona, 2010.

Original de Warren Editores, 1964.

Varios Autores, tapa dura. 248 páginas, B/N.

ISBN: 9788467402032/9788467402049

Creepy Almanaque 1981. Toutain Editor, Barcelona, 1981.

B/N y color. 82 páginas.

ISBN: 8485138392

Tripulación CosmoVersus

Marcos A. Palacios
Marcos A. Palacios
Administro CosmoVersus y colaboro con la Editorial Gaspar & Rimbau, donde he publicado mi primera obra antológica 'Fantasía y terror de una mente equilibrada' y corregido y anotado los libros de los 'Viajes muy extraordinarios de Saturnino Farandoul', entre otras ocurrencias. Mis reseñas van más allá del mero apunte de si este o aquel libro me ha gustado mucho o no. Busco sorprender y animar a los lectores a leer y compartir mi experiencia personal con los libros, igual que los compañeros de CosmoVersus. Soy muy retro, y no por mi edad, pues a los 20 años ya estaba fuera de onda. Perdón por no evolucionar al ritmo de los tiempos, pero es que soy yo.

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