‘Retrogaming Tales’, de Alfonso M. González (2022) [Reseña p.]

Hay vida en la literatura popular. Existen mil maneras de escribir y narrar, estilos mejores o peores. Pero sin duda, lo menos importante es la historia. Sin embargo, a veces sí es el centro de atención. Una buena historia puede quedar hundida por una mala narrativa, y una mala narrativa puede cubrirse con una historia sin igual. ¿Hay término medio? ¿Podemos encontrar una buena narración con una historia intensa que marque la diferencia? Retrogaming Tales lo hace.

Retrogaming Tales, de Alfonso M. González. Ficción y videojuegos retro

Retrogaming Tales, relatos de ficción sobre videojuegos clásicos. Un nicho que diría que se encuentra semi-vacío y que Alfonso M. González ha cargado de novedosa originalidad. Porque incluso a mí, que no me gustan ni me interesan los videojuegos —y menos aún los clásicos—, me ha llenado por completo la lectura de estas siete historias, repletas de autobiografía enmascarada, experiencia de vida y pasión por los videojuegos antiguos. Si a eso le sumamos la afición del autor a los bolsilibros —ya habéis visto el resultado en anteriores reseñas en su colección bajo el pseudónimo de Alan Dick, Jr.—, nos encontramos con un resultado inesperado, fresco y actual; porque ya sabéis qué le gusta a Alfonso, y cuál es su modus operandi en cuestión literaria.

Aventura no falta, ni giros inesperados o remates auténticos, de esos que encajan en la lógica de la historia, sin engañar a los lectores. Vamos, totalmente lícitos. Y si además algunas están conectadas entre ellas, este libro merece, entonces, una buena reseña y más de una lectura.

Precinto original

Maniáticos hay en todas partes. Coleccionistas maniáticos también —¿o qué pensabais que iba a decir? ¿Que no?—. Personalmente conozco un poco el mercado de segunda mano, aunque no estoy de lleno en ese mundo. Pero no hace falta ir muy lejos para entender que cualquier objeto comercial, y más siendo antiguo/retro, pueda tener su espacio de compra-venta entre particulares y especuladores. Y eso es precisamente lo que nos muestra esta historia. Llevado, eso sí, a un paso más oscuro. ¿Realmente puede el coleccionismo y la afición desmedida a los videojuegos arruinar la vida a alguien? ¿Se puede ser un fan arrollador del retrogaming sin sufrir las consecuencias? Aquí podréis comprobar los dos puntos de vista enfrentados en un escenario cotidiano y conocido por muchos.

Tentativa fallida

No puedo decir demasiado de este relato sin destripar la gracia del mismo, aunque debo reconocer que es el que más me ha costado leer. ¡No os asustéis! Es como si estuvieras jugando a un videojuego, nada malo en particular. Pero, como ya he comentado en la introducción, este relato tiene su punto, porque está conectado con otros relatos. Además, el espíritu del retrogaming, la experiencia del usuario que entiende, queda plasmada en la narración. ¡No te acostarás cada día sin saber algo nuevo!

Very rare in Japan

Casi una novela corta —luego hay otra algo más extensa— que cuenta las vicisitudes de una friki aficionada al retrogaming en el mismo Japón. Carmen encuentra gangas en videojuegos clásicos y las envía a España en gran volumen; son su pasión, y realiza verdaderas redadas. Pero, por una casualidad, un colega suyo le avisa de que uno de los juegos que ha adquirido nunca salió a la venta: Nandemo!? Taihoman. El misterio aumenta cuando intenta investigar y las incógnitas se van sumando a una lista que parece no tener sentido, hasta que suceden fenómenos fuera de lugar.

Una historia que podríamos denominar «exótica», literariamente hablando, y que sorprenderá a más de un lector, gracias al ritmo y mezcolanza de géneros literarios que se extienden a lo largo de la narración. Alfonso construye un personaje por lo demás real, sin extrañezas, para nada ficticio, situándolo en un escenario bien conocido por él mismo: los barrios y ciudades de Japón donde se «trapichea» con videojuegos retro. El camino de la protagonista es tan creíble como el lector que tenga este libro en sus manos. Si a Carmen le pasan estas cosas, creedme si os digo que quizá nos haya sucedido lo mismo alguna vez, pero, si no hemos abierto bien los ojos o hemos buscado una explicación demasiado sencilla, se nos haya escapado de las manos esta experiencia tan extraña.

Para más inri, tiene uno de los finales más encantadores que haya podido leer, enmarcado, como debe ser, en la ficción más extraordinaria que pone la guinda al relato.

Alfonso, realizando una de sus actividades favoritas, cuando no está escribiendo.

Console story

Una Mega Drive cuenta su historia desde que sale de fábrica. Tal cual. Un breve recorrido por los sentimientos y emociones de un cacharrete que aún levanta pasiones. No le falta humor y realismo, pues las costumbres humanas de los aficionados quedan reflejadas también a través de la observadora visión de la consola.

Jonbar point

¿Qué pasa cuando un escritor dedica más tiempo a su libro, pero debe entregar también artículos sobre videojuegos en una revista especializada? Pues que no tiene tiempo para jugar, ¿verdad?. Pero a Manu no le importa porque es un verdadero aficionado al retrogaming. Con una peculiaridad.

La cantidad de información sobre la historia de algunas consolas es extenuante, pero, al tiempo, hace su papel. Para quien no entienda de consolas, como me pasa a mí, no le dará importancia y seguirá leyendo como si nada. Pero, llegado a un punto, me saltó la alarma. ¡Un what if! Perfecto, entonces… ¿dónde está el punto Jonbar? Solo quien sepa realmente de historia de las consolas lo pillará de inmediato. Reconozco que esto queda claro al principio, y no supe verlo hasta más adelante.

Para el entendido seguro que es todavía más interesante leer cómo habrían sido las cosas si hubiesen sucedido de otra forma. Aquí, los guiños y el saber hacer del autor —un verdadero fan de los videojuegos— ha hecho un trabajo exquisito que se camufla con la profesión del protagonista. Súmale un final inesperado, escrito con toda la intención del mundo. Multitud de referencias y datos que harán las delicias de frikazos del videojuego. Imperdible.

First person swindler

La misma escena narrada por tres personajes diferentes que intervienen en ella. Veremos cómo reaccionan y sienten de distinta forma, e interpretan los hechos según su visión. Buen estudio psicológico con una pizca de metaficción para los amantes de Alan Dick Jr., que hayan leído antes sus bolsilibros. Escenario retrogaming, eso no habría ni qué decirlo. Centro de atención: la venta de un videojuego. Venga, ya tenéis un cóctel molotov ideal para echaros unas risas y dejar que el autor os sorprenda con su particular estilo.

Antes eran más baratos

Me ha estallado la cabeza cuando la cosa empezaba a estar clara. No hay mejor manera de empezar una historia que colocando al personaje adecuado en un contexto ideal y fuera de la realidad… o de la realidad que conocemos. Con gran dosis de humor, Alfonso ha creado un personaje que, si no me equivoco, repite título en esta antología —mil disculpas si no es así, pero… ¡hay tantas conexiones!—: un joven arisco y aficionado a los videojuegos encuentra un túnel del tiempo en su ciudad, lo que aprovecha para comprar, en una época pasada, videojuegos de los 90 a precios ridículos, y los revende en la actualidad a precio de oro.

¿Qué pensáis que se puede sacar de esta historia? Mucho jugo, tanto como horas de juego que el protagonista se habrá tirado en su vida. Pero vamos más allá, porque la cosa se le complica a nuestro amigo, y buscará un plan infalible para triunfar en el lío que se ha metido, y que poco a poco se irá tornando más oscuro.

En este último relato, el más largo y que, como anunciaba antes, podríamos denominar que es una novela corta, Alfonso aprovecha sus propias normas de viajes en el tiempo para elaborar teorías, situaciones extravagantes y redondear a un personaje tan odioso como interesante. Ver su evolución a lo largo de la narración resulta de lo más divertido. ¿Hasta qué punto podrías llegar para salvar un negocio seguro? No digo más, porque el remate de esta historia no es tan esperado como muchos podrían pensar. ¿Creéis aún a estas alturas, que sois más listos que Alfonso?

Valoración final

Tras leer los bolsilibros de Alfonso M. González, no he aprendido aún a vislumbrar que sus finales rompen el estereotipo que uno se monta cuando está leyendo una historia suya en cuestión. Y llega el punto en que te dices que es lo mejor: porque nunca sabes por dónde va a salir. El amo de los finales inesperados de verdad, de esos que tiran por un lado pero que, al final, caen por el otro.

Siendo más temprano que los bolsilibros reseñados en CosmoVersus, Retrogaming Tales tienen ya el germen absoluto del estilo de Alfonso, siendo, por así decirlo, una colección que abre paso a la inventiva posterior del autor, su evolución y experimentación con géneros literarios y estilos narrativos. Retrogaming Tales comienza como una bomba temática, marca el principio identitario de su autor y nos lleva a latitudes increíbles, ciencia ficción enmascarada, realidades sociales y una lectura inusualmente infalible, pues se ha convertido en tarea difícil encontrar narrativa bien escrita fuera de ámbitos académicos más serios.

Reseña patrocinada. ¡Muy agradecido por los momentos que Alfonso me ha brindado con sus novelas y el tiempo aprovechado en conversaciones trascendentales!

Todas las imágenes cedidas por el autor.

Y de regalo… ¡LA PRESENTACIÓN EN GIGAMESH DE RETROGAMING TALES!

Retrogaming Tales. Relatos de ficción sobre videojuegos clásicos. Alfonso M. González (2022).

Metranet y SEGASaturno Productions.

Rústica con solapas. 354 páginas.

Prólogo: Marc Rollán “El Funs”.

Ilustración cubierta: Rubén Álvarez “Benzio”.

Diseño y maquetación: S.T.A.R. “Jim Davis”.

Pincha en la cubierta o el título para adquirir tu ejemplar.

Tripulación CosmoVersus

Marcos A. Palacios
Marcos A. Palacios
Administro CosmoVersus y colaboro con la Editorial Gaspar & Rimbau, donde he publicado mi primera obra antológica 'Fantasía y terror de una mente equilibrada' y corregido y anotado los libros de los 'Viajes muy extraordinarios de Saturnino Farandoul', entre otras ocurrencias. Mis reseñas van más allá del mero apunte de si este o aquel libro me ha gustado mucho o no. Busco sorprender y animar a los lectores a leer y compartir mi experiencia personal con los libros, igual que los compañeros de CosmoVersus. Soy muy retro, y no por mi edad, pues a los 20 años ya estaba fuera de onda. Perdón por no evolucionar al ritmo de los tiempos, pero es que soy yo.

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