Sepulcrales, de Darío Lavia (2023). Nuevo y acertado acercamiento del investigador argentino a la literatura de horror y fantástica. La experiencia de la lectura hecha cine, con imágenes y la elocuencia de un maestro investigador.
Sepulcrales. Darío Lavia. Nueva entrega de relatos de horror cinéfilo
De su primera incursión con El árbol sangriento, Darío Lavia, abanderado del cine clásico y fantástico, investigador cinéfilo nato cual Sherlock en la Argentina del siglo XXI, sabueso incansable de los misterios y anécdotas olvidados y enterrados por la pila de los años terribles; Lavia, pues, ha regresado con Sepulcrales, acaso un guiño a sus colegas más cercanos y a los mitos de la literatura de horror, del cine y la televisión ya desaparecidos, digno de retratarse a sí mismo también, con no poco sentido crítico social y artístico.
Sepulcrales marca los polifacéticos estilos del autor, distintivos de su hacer y carrera profesional en el mundo de la divulgación, e inaugura una segunda época en su evolución como escritor. Si con el libro anterior dio personalidad a su narrativa, ahora hace extensiva su creatividad a otras latitudes, sustentadas por su inteligente ironía.
Darío Lavia toma como base el imaginario cinéfilo, sobre todo, clásico, de vasto estudio, que ayuda a delinear la experiencia tanto del escritor al crear, como del lector que sufre las consecuencias de tan entrañable acto como es la lectura. Así, el conjunto completo de los cuentos presentados en este nuevo tomo antológico recorre miedos urbanos, tanto fantásticos como reales, en medio de un juego de roles donde mezcla y caracteriza a sus colegas de profesión, y a él mismo, como personajes presos en un guion «de los de antes».
De gran contenido en crítica, Sepulcrales termina con una acertada obra de teatro que, claramente sugestiona al lector a entender que todos somos actores en este grand-guignol de actualidad que carga contra el disidente y pensante individuo, hacia el atrevido a contradecir los nuevos valores, azuzado bajo la bandera de la cruzada anti-cualquier cosa. Pero… ¡ah, del que piense que Sepulcrales es un discurso sin teoría ni base! En plenas facultades, el maestro Lavia hace gala de su valor, reseñando la pérdida de conocimiento que en este siglo XXI distópico, ha contaminado la creatividad del séptimo arte.
Sin duda, el broche final para una serie de «cortometrajes» elaborados con su rápida y, sin embargo, poética personal, que es el discurso de sus personajes, tan vivos como los grandes nombres que dejaron atrás nobles obras artísticas, aquellas que alcanzaron una marca difícil de superar para los que hoy creen saberlo todo.
Mi agradecimiento a Darío Lavia por su confianza puesta siempre en CosmoVersus y, también, en mi narrativa.
Reseña patrocinada.
Sepulcrales, Darío Lavia (2023).
Rústica con solapas. 162 páginas. Ilustraciones de Darío Lavia en blanco y negro.
Prólogo de Gustavo Nielsen.
Todos los relatos son de autoría de Darío Lavia, excepto: Carrandos, Sonidos negros, Job y Los dos testigos, co-autoría con Patricio Flores.
Podéis consultar la disponibilidad en España en los siguientes puntos de venta:
Madrid (España):
– La Mansión del Terror (c/ Alondra 44, Local 4 28025 Madrid)
– Librería Estudio en escarlata (Calle de Guzmán ‘el Bueno’, 46, Madrid)
– Librería Ozymandias (Las Fuentes 6, Madrid)
Tripulación CosmoVersus
- Administro CosmoVersus y colaboro con la Editorial Gaspar & Rimbau, donde he publicado mi primera obra antológica 'Fantasía y terror de una mente equilibrada' y corregido y anotado los libros de los 'Viajes muy extraordinarios de Saturnino Farandoul', entre otras ocurrencias. Mis reseñas van más allá del mero apunte de si este o aquel libro me ha gustado mucho o no. Busco sorprender y animar a los lectores a leer y compartir mi experiencia personal con los libros, igual que los compañeros de CosmoVersus. Soy muy retro, y no por mi edad, pues a los 20 años ya estaba fuera de onda. Perdón por no evolucionar al ritmo de los tiempos, pero es que soy yo.
Muy honrado y agradecido de esta apreciación, abrazo desde el otro lado!
Su trabajo es siempre esperado, y usted siempre bienvenido a esta su cosmoversal casa. ¡Un abrazo!