‘Stargate Orígenes: Catherine’ (2018) [Reseña]

Stargate Orígenes: Catherine es la última producción de la franquicia, y espero que no haya más. Si con Stargate Universe, cancelada incomprensiblemente, la saga se alzó al cielo de los Faraones, con Orígenes y sus manoseados tópicos, sumado a la pésima producción, ha caído muerta. Y dudo mucho que vuelva a ser resucitada, ni con los sarcófagos de Ra, siquiera.

Stargate Orígenes: Catherine

Para una franquicia de esta categoría, la producción de esta nueva serie merecía algo más, mucho más. Pero se ha visto relegada a un producto para contentar a masas inconscientes y que, quizá, nunca han visto la película original ni las series de televisión. Llevo una racha de decepciones y esta se ha llevado la palma. Atención porque voy a desvelar muchas cosas. Aunque creo que no tendrá importancia. La serie es tan mala que no haría falta verla. Me he quedao muerto, como suele decirse, ¡con lo que me gusta a mí Stargate!

Lo que fue Stargate

Quizá no haya superado la fama de otras «Stars», pero sí ha alcanzado un nivel de calidad significativo a nivel de fans en los 27 años de vida con el inicio de la insuperable película de Roland Emmerich. Tras la emisión de tres series de televisión, la última Stargate Universe, cancelada incomprensiblemente, la franquicia ha caído lo más bajo posible con una nueva entrega tan falta de calidad e imaginación. Stargate Orígenes: Catherine, cuenta una aventura de la hija del descubridor de la puerta estelar en Giza, el profesor Paul Langford.

Esto es lo máximo que podréis ver de Ra, unos simples segundos en plan muñeca de Famosa. Al fondo, Serqet.. ¿o es Millán Salcedo disfrazado?

Formato

En esta ocasión se trata de una serie de 10 capítulos para internet de unos 10-15 minutos de duración cada uno. Se ha comercializado como telefilme en DVD, con una duración de 144 minutos. Ya las primeras imágenes recicladas de la película de 1994 hacen dudar de que podamos ver algo «original», aparte de esa diosa-dominatrix con máscara de carnaval: bueno, lo perdono porque no son egipcios antiguos. Después te das cuenta de que es como una teleserie barata: planos muy cerrados, escenarios pequeños y claustrofóbicos, tan pequeños como una sala de estar, a excepción del campamento de Ábydos.

Serie Disney

No he encontrado otro calificativo para Stargate Orígenes: Catherine. Personajes insufribles tocados con los peores clichés de series de televisión de Disney Channel: los protagonistas, Catherine y su novio militar, se la pasan discutiendo sobre cuestiones de hombría y feminismo, se pelean, conversaciones y coletillas absurdas de un pretendido humor que no encaja para nada en la personalidad de la franquicia. Más bien parecen niños o adolescentes de barrio de siglo XXI que no saben qué hacer una tarde de verano.

Por no hablar del personaje mascota de Wasif, que lo ponen de aguantavelas y con la única misión de aumentar el nivel de impaciencia del público. Sin contar el forzoso affaire LGBT de Wasif con uno de los soldados de Aset, la «mala» de la película, y sirvienta de Ra para con el pueblo de Ábydos, llamado Motawk, del que se enamora perdidamente segundos después de conocerle. Si esa es tu concepción del amor, chaval, es que has tenido un empacho de First Dates. Y además, has elegido el peor momento para declararlo públicamente, ya que en medio de la batalla y huida de los protagonistas, dejas al público sin saber dónde colar su atención.

Aset con la niña que no pinta nada en la serie, y de fondo una drag-queen más asustada que un neanderthal delante de un astronauta.

No se vayan todavía, ¡aún hay más!

Sí. Como he señalado antes, los escenarios son tan pequeños que la sensación es que estás viendo una telecomedia de los años ochenta. Los planos de peleas y disparos son tan fingidos que eleva al Pressing Catch a la categoría de Óscar, y apenas hay sangre, lo que quiere decir que el público potencial al que va dirigido el programa es para niños menores de 10 años. Si no, no me explico las escenas tan edulcoradas y «censuradas». Hoy día no comprendo el miedo a mostrar las cosas tal como son. Para lo que interesa, claro.

En cuanto a efectos especiales, pues diré nada más que no se han gastado nada, un «efecto» por aquí y otro por allí, lucecitas, cartón-piedra y un montaje flash player con la pirámide de Ra. Porque incluso la apertura del Stargate no se ve. Solo enfocan la activación de los Chaurones, pero es que ni siquiera verás rodar la puerta como en las anteriores producciones, que es la principal gracia que tiene la franquicia y lo que más esperaba. Decepción total.

No entiendo nada

Las voces de los dioses y sus secuaces enlaza bien con la historia, pero… ¿y los ojos iluminados? ¿Dónde está esa mirada de goa’uld? Y la niña de Aset, ¿para qué sale? Supuestamente, Aset ha traicionado a Ra teniendo una hija con otro dios, enemigo suyo. Creíamos que iba a tener algo de peso, pero finalmente Ra destruye el templo con Aset y su hija en brazos. Un argumento desperdiciado y vacío. Aunque a esas alturas de la película, no esperaba nada, ya que los acontecimientos que ocurren en esta entrega, en teoría son desconocidos y no tienen consecuencias para el futuro.

Los protagonistas no pueden ser más tontos porque no estaba en el guión.

Argumentos de copia y pega

A estas alturas creo que el manoseado argumento de los nazis malos malísimos está más que sobrexplotado. Sí, un patético oficial que se trae a sus torpes acompañantes y a una sugestiva muchacha aprendiz de directora de cine que le graba todo el tiempo, incluso en los peores momentos, como un scketch anticuado de Benny Hill. Le vamos a sumar que el argumento de esta serie es casi un calco al de la primera película, con la diferencia que ocurre 55 años antes, vemos a un jovencísimo y atontado Kasuf y a Ra… o mejor dicho, el pie de Ra y su voz, y lo que parece una marioneta con la escafandra armadura característica del dios sol. Ni en eso se han gastado un poco más de dinero.

Porque la trama no va a ninguna parte. Claro, los protagonistas lo olvidan todo porque Aset les borra la memoria. A excepción del novio de Catherine, el capitán James Beal, que se queda en el planeta de Ra, y quién sabe si es sacrificado. Pero ojo, este no es el «enamorado» oficial de Catherine de la serie S-G1, el profesor Ernest Littlefield, que quedó atrapado a través del Stargate en un planeta y ya nada más se volvió a saber de él. Creo que habría sido ideal que lo hubieran metido en esta entrega, aunque por el bien del personaje, suerte que no ha sido así. Por lo que veo, Catherine es gafe, y novio que se echa, novio que se pierde por el Stargate.

Actuaciones

Malas, todas malas. Incluso para los actores supuestamente de renombre (pfff), más bien «conocidos» fuera de nuestras fronteras. Pero no quiero desprestigiar al reparto. No sería la primera vez que un actor queda fatal en una producción y, en cambio, lo ves en otra y está de miedo. No me sorprende, viendo la filmografía de la directora, Mercedes Bryce Morgan, tan escasa (en variedad) como alejada del valor que requiere una franquicia como Stargate.

Un apunte cómico: una de las rémoras de Aset, llamada Serquet, se las pasa peleando con los protagonistas antes de traicionar a su señora. Pues bien, si el vestuario de Aset es de risa a lo largo de toda la serie, el de Serquet parece un diseño exclusivo para las bailarinas de los videos musicales de Isa P. Tampoco me explico cómo la ropa de un militar nazi le sienta tan bien a Catherine; quizá sea un tejido inteligente y ergonómico, que se adapta a tu cuerpo y talla una vez puesto.

Serquet y Aset. O lo que es lo mismo: la novia de Astrako (esto lo entenderán los de la EGB) y Marge Simpson. Atención al traje de Serquet, muy reggetonero.

Conclusión

Si eres fan de Stargate huye de esta serie. La vergüenza que ocasiona tan solo verla se justifica por sí sola. Stargate Orígenes: Catherine es innecesaria, sin objetivo claro -salvo si era tomar el pelo al público-. Carente de interés, argumento ni posibilidades. Enturbia la franquicia y espero que ni a los neófitos les pueda atraer esta versión de mal gusto de lo que podría haber sido una gran continuación-precuela.

Por mi parte, debo avisar a las nuevas generaciones que no conozcan Stargate de lo que tienen en sus pantallas para advertirles de que es un error, algo que jamás debería haber existido.

Tripulación CosmoVersus

Marcos A. Palacios
Marcos A. Palacios
Administro CosmoVersus y colaboro con la Editorial Gaspar & Rimbau, donde he publicado mi primera obra antológica 'Fantasía y terror de una mente equilibrada' y corregido y anotado los libros de los 'Viajes muy extraordinarios de Saturnino Farandoul', entre otras ocurrencias. Mis reseñas van más allá del mero apunte de si este o aquel libro me ha gustado mucho o no. Busco sorprender y animar a los lectores a leer y compartir mi experiencia personal con los libros, igual que los compañeros de CosmoVersus. Soy muy retro, y no por mi edad, pues a los 20 años ya estaba fuera de onda. Perdón por no evolucionar al ritmo de los tiempos, pero es que soy yo.

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