‘V’, la serie final de 1985 (‘V, los visitantes’ III y último) Parte 2 [Reseña]

Llegamos a la segunda y última parte del final de las reseñas de la serie de televisión V, los visitantes, que comprendió dos miniseries y una serie final de 19 capítulos. ¡Gracias por este viaje a bordo de la nave nodriza de Diana!

Empezamos fuerte con la intro número 2 de los últimos 6 capítulos, donde podéis ver qué pocos personajes quedan, pero lo bueno es que te resumen la historia hasta ese momento. La música es inquietante y, al tiempo, esperanzadora.

Lee la anterior parte aquí

Experimentos

Diana es una experta científica, y de ello deriva su misión (aunque se toma todas las libertades para mandar en todo). Los visitantes continúan su labor de investigación experimentando con humanos. ¿Para qué? Tampoco queda muy claro. Por maldad, curiosidad, por naturaleza… Para mantenerlos bien dominados… Aunque si luego se los comen, ¿para qué hacerles sufrir?

En fin, que, en un capítulo dedicado a los experimentos, vemos cómo con unas drogas se consigue que un grupo de humanos adultos se comporte como niños. Sin embargo, nos indican que a las pocas horas ese efecto desaparece y vuelven a la normalidad. Un humano científico está haciendo trampas, y lo que los visitantes no consiguen, él sí. Pero vamos a ver, ¿no tienen ellos científicos que también consigan logros? Llamadme pesado, pero esto no me encaja. Por otro lado, ¿quién mejor que un humano para experimentar con humanos?

Con todo, creo que la tecnología visitante es muy básica y los creadores no han tenido mucha imaginación. Son aparatos que anteriormente habíamos visto o podido ver, fruto de la época y modas. No porque ahora las tecnologías las hayan superado y se han quedado cortas, pero hay que decir que no tenían, en su mayoría, mucha originalidad. El esfuerzo se agradece, porque ha enriquecido esta etapa de la serie.

Lamentablemente, con la limitación de efectos especiales no han dado para más.

Algo que me desconcierta bastante es que la Tierra recibe la visita de varios individuos visitantes más, y las comunicaciones son casi instantáneas. Esto es así porque dichas visitas (ya se vio también en La batalla final con Pamela) son ex profeso, y no fruto de un plan de antemano. En el primer capítulo del inicio John afirmó que tardan una generación en llegar desde la estrella de Sirio. Claramente, estas visitas y comunicaciones se contradicen con la información de John. La tecnología alienígena no ha podido ser superada en un año terrestre para poder hacer viajes tan largos en tan poco tiempo. O esto, o era mentira lo que dijo.

Batalla entre Diana y Lydia. Atentos al maquillaje…

Animales y alusiones al planeta

En el apartado de Elisabeth había comentado que Philip aludía al presunto nombre del planeta natal de los visitantes, Sulambou. No dan más pistas que las que ya explicaron en la primera miniserie, y que podéis consultar en la reseña correspondiente. También sabemos que son guerreros, por comentarios y otras pistas que dieron en el origen de las miniseries.

Pero en esta temporada, más que explicar, muestran. Sabemos, pues, que los visitantes gustan de tomar el sol en rocas, como los lagartos de la Tierra. Son depredadores, cazan… Aunque esto iría en el apartado de cultura, pero así nos hacemos una idea de cómo es su planeta, escuetamente descrito alguna vez.

Lo realmente interesante viene con dos criaturas nombradas en estos capítulos.

Los Kribits. Son unas criaturas que viven bajo la arena y si alguna presa cae en su territorio, se desplaza rápidamente y la devora. Son bastante grandes. Diana la describe como un tiburón. Emiten unos ruidos estrambóticos y molestos. En el fatídico episodio 3 aparece un poco un kribit, más bien su aleta dorsal, a modo de tiburón como bien dice Diana. Capítulos después vuelve a aparecer, esta vez en la nave nodriza (siempre la de Los Ángeles) pero es ligeramente distinto. Este kribit parece una tortuga, es muy pequeño. Los sonidos que emite son los mismos, y devora a un visitante en un periquete. ¿Es un kribit joven, una cría? Porque no tiene nada que ver con el primero. Claro que, contando con que ese capítulo es un error… No me extrañaría que cambiaran el diseño.

Brakkal. Lo describen como un animal que le gusta tanto el fuego que acaba hecho cenizas por él. Nada más. Curioso e interesante, se podría desarrollar toda una serie de conjeturas acerca del brakkal. ¿Es un ave fénix alienígena?

Lo que sí sabemos es que en el planeta visitante hay arañas, ratones, pájaros y muchos tipos de seres vivos de los que ellos se alimentan, ya que los tienen en sus naves como aperitivos, sin contar los que irían recolectando durante su estancia en la Tierra. Aunque ya dijeron que estudiaban nuestro planeta durante un tiempo antes de darse a conocer. ¿Son los animalitos que vemos fruto de ese estudio, o en su planeta son iguales a los nuestros?

Religión Visitante

El tema de la religión es muy espinoso, y no dan muchas explicaciones. En su lugar aportan bastante palabrería sin llegar a determinar nada en concreto. Existe lo que llaman una religión de la paz, que parece estar prohibida y perseguida. De ahí que en la miniserie Elisabeth niña hablara de Pretinama, y Diana se cabreara con ella.

En esta religión están los Lores de la Luz, posiblemente seres que aportan paz y prosperidad, sabiduría, algo que va contra la costumbre y sociedad guerrera de los visitantes, muy hostiles entre ellos, además.

Bien, pues Elisabeth resulta que tiene la Marca de Zon, que es una especie de dios para los creyentes, y que además escribió un libro. Sagradas escrituras, pongamos, y que lo llaman el Libro de Zon. Después encontramos a Amón (vaya, suena como… Amón, el dios egipcio), que es un sumo sacerdote o profeta, que en un capítulo dado aparece en forma de holograma. En otro momento hablan de rezar a Namma Yasach, pero no se sabe más. Los comentarios acerca de esta religión hablan de su persecución, pero no parece estar muy mal vista por muchos visitantes. Quizá, en el pasado, su represión fue brutal, no tanto ahora.

Las conclusiones que podemos extraer sobre este tema es que, nuevamente, lo repito, los visitantes son muy similares a nosotros, tanto en su Historia como en su biología. Vamos, eso ya lo sabíamos, solo que ahora vamos conociéndolos más a fondo.  En el siguiente apartado de cultura lo veréis, porque ahí me enrollo mucho más. Normal, se la pasan celebrando ritos, costumbres… Todo un espectáculo que sugiere mucho más de lo que muestra. Ahí radica, como decía al principio, el interés de la serie, el porqué llegó a ser una serie de culto recordada por muchos.

Cultura, costumbres y folclore

Klaus busca a su presa. Foto: Amazon.

Empecemos por las artes marciales y Klaus el Exterminador, un apodo ridículo para lo que le va a servir, como ocurre con Mary Kruger. Klaus se encarga de enseñar artes marciales a los chicos humanos que están convertidos, como el hijo de Donovan, del cual se olvidan en esta temporada y no se llega a saber más de él salvo en un par de capítulos.

No se llaman artes marciales en lengua visitante, pero son idénticas a las nuestras. Protagónico por completo es el llamado Golpe silencioso, una técnica imparable para vencer a tu contrincante. Y hablan también de un tal Rabak. “Ser uno con Rabak”, dice Klaus, y repiten los pupilos, un grupito de adolescentes similares a las primeras Juventudes Visitantes. Esto nos lleva a pensar en que Rabak es algún tipo de dios, de espíritu o de maestro, contemporáneo o antiguo, da igual. El caso es que ni el Golpe silencioso puede con Mike Donovan.

En la lucha final, Klaus se quita un brazo que resulta ser protésico y se coloca un látigo eléctrico. Hemos visto esto infinidad de veces tanto en cine como en animación o cómic. Esta especie de Terminator (Thomas Callaway se parece ligeramente, y con la caracterización oportuna, a lo que podría ser el hermano feo de Arnold Schwarzenegger) no da la talla y su intervención cae en la risa, con un combate sin emoción ni ritmo que termina con el lagarto destruido por su propia arma. Como si no lo esperásemos…

A todo esto, añado que los visitantes tienen su gimnasio en la nave nodriza, lo que me da que pensar que, al estar en nuestra propia galaxia y ser tan parecidos… ¿no resultará que provenimos de la misma rama?

Saludos formales. Los visitantes se saludan juntando las palmas de la mano o dando algo parecido a un abrazo casi sin contacto, frío. Mientras así les vaya bien, pues no seré yo quien les obligue a otra cosa.

Wantú. Es el nombre que le dan al padrino de un bebé, no es el aperitivo vietnamita que conocemos. Curioso es que los niños nacen primero en un huevo que pone la hembra, y al cabo de los minutos, la criatura rompe la cáscara. ¡Cómo no iba a ser de otra manera! Por cierto, esto lo sabemos porque hay un bebé visitante que nace en la Tierra (y usan el mismo muñequito que apareció en el parto de Robin). Pero puro, no como Elisabeth. Y os preguntaréis… ¿por qué Elisabeth no nació en un huevo?

Si somos razas tan diferentes, ¿cómo nos hemos cruzado? La respuesta la dio Diana al comentar que el ADN de Robin tenía una predisposición al cruce que no habían encontrado en nadie más de la Tierra. Menos mal que salvaron la situación con este recurso, esperable pero efectivo. ¡Qué casualidad! Robin era la única que podía tener hijos visitantes. Imaginaos que no es así… ¡Habría híbridos por toda la Tierra! Y no nació sola, eran gemelos. ¿Se desarrollaron también en el mismo zaygon?

Muchas escenas se desarrollan en el puesto de mando de la nave nodriza. Foto: Infobae.

Carácter belicista. Cuenta un personaje visitante que en la estrella de Andrómeda los visitantes invadieron un pueblo. Su pueblo. Y que quería venganza. Vamos por partes. La estrella de Andrómeda no es la estrella Sirio, de donde provienen originalmente. ¿Qué hacían en Andrómeda, pues? ¿Es la misma raza exactamente? ¿Es de una estirpe de visitantes que emigraron a esa otra estrella? Guerras entre ellos, podría ser por muchas razones: territorial, recursos…

El Líder. Viene a ser una figura religiosa, política y militar. Un dios en toda regla, a modo de los faraones egipcios, que eran dioses en la Tierra y controlaban todos estos aspectos de la civilización. Pero descubrimos que el Líder tiene poderes. Recordemos que Diana mandó un mensaje telepático a Julie una vez, aunque ningún visitante ha utilizado, ni siquiera Diana, este recurso en ningún otro momento. Sin embargo, el Líder sí puede comunicarse con Elisabeth, incluso hablar con su voz a través de ella misma. Un derroche de imaginación al que, tengo entendido, ya desde que la niña neutralizó la bomba de la nave nodriza, Kenneth Johnson se oponía tajantemente. Existe un resquicio en el Líder que nos hace pensar en la religión de la paz, pero por parte suya… Si éste autorizaba invasiones y es el jefe supremo… ¿Ahora quiere paz? Un tanto forzado, ¿no creéis?

En las escenas finales, Willy trae a Elisabeth una especie de mantón blanco, muy bonito, para colocarse encima de los hombros y que le permite hablar mental y directamente con el Líder. ¿Necesitan ese trozo de tela para hacerlo? ¿Tiene algún tipo de poder, físico e invisible, para lograrlo? El caso es que cuando está dispuesta, Philip recita algunas palabras: Araknen kun jalomatra. O algo así, a modo de llamada. Es una de las expresiones y palabras que se escuchan a lo largo de la serie.

Es posible que la existencia de Elisabeth, con la marca Zon y sus poderes, hiciera pensar al Líder que era posible un cambio de conciencia en los visitantes y por ello ordenó el cese de hostilidades en el último capítulo.

Fiestas. Vamos a ver algunas celebraciones típicas de los visitantes, aunque en algunas poco se explica. En cierta ocasión se preparan para el Esluthor, que no es más que la celebración del zenit de su estrella.

El Ramalón es algo diferente y hostil, ya que la celebración realiza el sacrificio del oficial más joven recién graduado en la academia militar visitante, teniendo en cuenta su fecha de nacimiento. Pero al margen, hay una posibilidad de evitarlo: que los dos oficiales de la nave nodriza voten en contra. Así, se suspendería el sacrificio. Lo cual puede ser un alivio o un deshonor para el sacrificado, pues ya no podría aparecer en el Libro de Héroes. La víctima en cuestión descubre que será el elegida momentos antes de la suntuosa celebración (donde podemos ver, y en varias ocasiones, a los personajes vestidos de elegantes e imaginativos ropajes, propios de la moda de la época); y digo yo… ¿no conoces las costumbres de tu raza, que ni siquiera sabes que tú serás el elegido? Bendita inocencia…

Duncan Regehr es el carismático Charles. Foto: IMDb.

Charles. Os preguntaréis si Charles es una costumbre. No, es un comandante supremo de la flota visitante, pero con él vienen muchos motivos ceremoniales y es causante de las mejores escenas de esta temporada. Charles es un guaperas, joven, apuesto y fuerte, con una corte de admiradoras que no esconden su admiración por él. Aparte de ser un creído y un donjuán, pues le gusta tener relaciones con quien le plazca, sin importarle el rango. Viste siempre un uniforme de carácter oriental, abierto en el pecho y muy sensual. Hay que reconocer que es un personaje muy bien construido, para nuestra suerte. Sumamente diplomático, establece pactos con Nathan Bates para intercambiar conocimientos científicos, otro de los objetivos del magnate.

Está claro que Charles despierta las envidias ajenas, y Diana es una de ellas. Hasta el punto de obligarla a casarse con ella. Charles pertenece a la casa de Ramán (tienen casta y linaje, no se privan de nada), y puede elegir libremente a su esposa sin esperar oposición. La futura esposa solo podrá dedicarse a tener hijos, y si se opone, será ejecutada.

Explico todo esto por puro interés creativo, porque es un personaje que dio bastante juego a la serie y amplió los ingredientes para mejorar lo poco que valía. Entonces asistimos a la boda. Para eso, Diana debe darse un baño ritual, y en la especie de jacuzzi donde se encuentra le entregan las anguilas ceremoniales, que nadan a su alrededor. Sí, la verdad es que es muy gracioso todo esto. ¡Pero no lo digáis delante de los visitantes, podrían ofenderse!

En la ceremonia, el saludo oficial de Diana a su esposo al acercarse al altar (el sacerdote no lleva máscara humana) suena así como Combar loki. El sacerdote les pregunta si están preparados, y los novios responden Majon / Puiga. Entonces muestran la piedra ceremonial, respondiendo los dos con Gratal a las preguntas del sacerdote. Para terminar, traen un ratón ceremonial a Diana, que se lo come. Y con las palabras Eklaston empaya mail del sacerdote termina la boda, acompañado de los aplausos y sonrisas de los invitados. Ya en los aposentos, ambos beben de una copa ritual.

La boda entre Charles y Diana. Foto: Pinterest.

El juicio y la ley. Con motivo de un grave crimen, Lydia es acusada por Diana y en un juicio que más que miedo da risa, la condenan a ser ejecutada con un desintegrador. La condena a muerte, para entendernos. Pero aquí surgen algunos planteamientos que difieren de la justicia humana: si se descubre que el acusador no tiene razón, puede ser retado por el acusado en un combate a muerte en el quackmar (y aquí no sé si la palabra refiere al lugar donde tienen que combatir o a la costumbre en sí), que no es más que un ring donde las dos bellas comandantes luchan como fieras salidas de Conan el Bárbaro, ataviadas con maquillajes y vestimentas muy llamativos.

En este momento Philip detiene el combate. Philip es conocido por toda la flota como uno de los comandantes más pacíficos, el cual tiene en su haber medallas honoríficas por tal mérito. Lo que es de suponer que, aunque no profese religión alguna (ya sabemos que no están bien vistas las religiones), ello no es inconveniente para que tenga un objetivo bienintencionado, y así es como se comporta con los humanos y con su propia raza. Pues bien, el comandante pacífico apela a otra regla, la Regla Interguardián: esto es que las dos enfrentadas deben velar una por la otra, y si a alguna le ocurriese algo, la otra sería declarada culpable. En otro capítulo afirman que la Ley galáctica (¿galáctica? ¿Hay más razas y planetas en el meollo?) obliga a enterrar al asesino con el asesinado cuando se trate de un comandante supremo. Pero esto, capítulos antes no sucede así. Pero Philip no estaba para poder interceder. Esto salva al argumento, porque es una contradicción bastante evidente.

La ejecución se llevaría a cabo lanzando al espacio, dentro del sarcófago del muerto a su asesino, supuestamente dormido o muerto también. Y, para terminar, si el asesino no es identificado, habrán de sacrificar a todos los que se hallasen al mando del comandante supremo en el momento de su asesinato. ¿No os parece cruel?

Final inconcluso.

Se termina y ya. No continúa. Se queda inconcluso, a medias. El último capítulo es lo más desconcertante que existe. Cuando parecía acercarse una tregua entre humanos y visitantes (y por iniciativa visitante) que pudiera terminar en la unión de los dos pueblos para una sana convivencia (ya, claro, después de todo lo ocurrido, crímenes y demás… Bueno, no soy el más idóneo para juzgar) y hallar la paz entre pueblos, ¡zas! Termina. Y encima, con el aviso de Diana de que ha saboteado la nave del Líder donde se encuentra Elisabeth. Todos los personajes están en la nave nodriza, contemplando cómo se eleva para el gran encuentro, y buscando a Kyle, el noviete de Elisabeth, que no se sabe muy bien si ha entrado a la nave. Curioso es que no se ha visto entrar a nadie más. Y más curioso que para este momento no contaran con otros personajes que “despidieron” hacía pocos capítulos.

En fin, que aquí mismo podéis encontrar el guion del supuesto último episodio. Eso dicen, que quedaba solo un capítulo más para acabar, y nunca fue rodado. Algo parecido pasó, si recordáis, con la serie de animación Dragones y mazmorras. Entonces nos quedamos con dos palmos de narices. No podía ser peor. Pero ya va siendo hora de acabar, que esta reseña está durando más que Lo que el viento se llevó.

Curiosidades

Leibis bon talome. Son palabras pronunciadas por el Líder cuando va a encontrarse con Elisabeth en el último capítulo. Es obvio que hay más frases en lenguaje visitante a lo largo de la temporada, pero reconozco que no he podido identificar bien todas, y son muchas. Esta es una muestra para que os hagáis una idea de cómo hablan.

Los visitantes no tienen ya la distorsión en la voz. Es desconcertante, pero ha desaparecido esa distorsión tan característica que escuchábamos en las anteriores miniseries. Y no solo eso, sino que es como si no existiera. Un visitante puede hacerse pasar por humano sin que noten su voz. ¿Tienen algún convertidor de voz? No se menciona nada al respecto.

Oswald. Es un visitante encargado de ceremonias, con claros ademanes afeminados, además de su voz, muy a la moda de la época en representar este tipo de inclinaciones de forma fina, graciosa y pueril. Junto con otras afirmaciones de personajes, entendemos que Oswald es igual de malvado que Diana y Lydia. Curioso cuanto menos que entre los visitantes también haya individuos de inclinación gay.

Perfume aroma de rata para excitar a los machos visitantes. Es un perfume para hembras.

Odian a los gatos terrestres porque acaban con las ratas. Sí, los visitantes deben de tener tirria a los gatos. Se comen las ratas y ratones, y no dejan nada para ellos. Un toque de humor que encaja en la serie.

En la habitación de Charles hay esculturas decorativas de piedra reflejando lo que parecen rostros humanos. ¿Una referencia a los humanos como trofeos?

Humor. Sí, mucho humor, como cuando Willy afirma que su madre era un camaleón. Hay varios momentos a lo largo de la temporada en los que algunos comentarios o escenas resultan cómicos, aludiendo siempre a la naturaleza reptiliana de los visitantes.

Despedida

Y hasta aquí la reseña de V, la serie final. La tercera temporada de un mito televisivo que invadió su metraje de escenas de naves recicladas y torpes, maquillaje no tan brillante, carencias de brillantez en el guion y oportunidades perdidas. Pero, aun así, nos fascina por igual. Espero que os haya gustado, y pido disculpas de antemano por los posibles errores que haya podido cometer en la redacción, así como los detalles que haya dejado en el tintero, pero esto es todo lo que he considerado más importante. Ha sido muchísimo material para tener en cuenta, visionados… Y todo en español. Estoy seguro de que hay muchísimo material en inglés que desvele interrogantes y curiosidades. Pero de momento, este es el trabajo que os presento humildemente.

Del remake de 2009 mejor ni hablar. Ya bastante agrio es el sabor del final de la serie original para que vengan a estropearlo todo, por mucho que Jane Badler tuviera un pequeño papel. ¡Gracias por leerme, pretinama!

Una bonita fotografía de recuerdo. Foto: TV Guide.

Tripulación CosmoVersus

Marcos A. Palacios
Marcos A. Palacios
Administro CosmoVersus y colaboro con la Editorial Gaspar & Rimbau, donde he publicado mi primera obra antológica 'Fantasía y terror de una mente equilibrada' y corregido y anotado los libros de los 'Viajes muy extraordinarios de Saturnino Farandoul', entre otras ocurrencias. Mis reseñas van más allá del mero apunte de si este o aquel libro me ha gustado mucho o no. Busco sorprender y animar a los lectores a leer y compartir mi experiencia personal con los libros, igual que los compañeros de CosmoVersus. Soy muy retro, y no por mi edad, pues a los 20 años ya estaba fuera de onda. Perdón por no evolucionar al ritmo de los tiempos, pero es que soy yo.

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