El álbum número 14 de Thorgal se dedicó a Aaricia, la enamorada y futura esposa de Thorgal. Al igual que en El Hijo de las Estrellas, Aaricia cuenta con historias cortas sobre la niñez y juventud de este personaje clave en la historia. Esta vez son cuatro relatos gráficos tan hermosos como los dedicados a Thorgal. Si bien el origen de Aaricia es muy sencillo, desde pequeña estaba destinada a vivir la vida con nuestro héroe.
Thorgal: Aaricia
Estas pequeñas historias enlazan varios hechos con El Hijo de las Estrellas, completando aún más el pasado de los protagonistas, aportando datos y enriqueciendo la cronología, de la cual se cuentan muchas cosas en números anteriores y, sin embargo, demasiado escuetas para hacernos una idea de la importancia de las mismas. Los retazos de Rosinski sirven, tal cual, para llenar vacíos y largos años de oscuras lagunas. Recordemos que en cuatro décadas solo se han publicado una treintena de álbumes, y los primeros dan saltos en el tiempo demasiado grandes que le dejan a uno con una sensación de que algo falta.
Estos esbozos ayudan a conocer la infancia y juventud de los protagonistas, la historia de su pueblo, el mundo en que viven, la mitología vikinga. Una excusa más para crear una fantasía que no deja de desbordar a través de las páginas del cómic.
LA MONTAÑA DE ODÍN
La madre de Aaricia ha fallecido. La pequeña, desesperada, creyendo que su madre no regresa de un viaje, escapa para buscar la montaña de Odín. Encuentra a unos elfos que la trasladan allí pero una vez sola se da cuenta de que en la montaña helada puede perder la vida. ¿Quiénes eran los elfos que la han ayudado? ¿Por qué la abandonan? ¿Encontrará el palacio donde se haya su madre?
Aquí también aparece Thorgal, pequeño pero robusto y fuerte, con un sentido de la bondad y la justicia que le caracterizará de mayor.
PRIMERAS NIEVES
Relato clave en el pasado de Thorgal. Tras la muerte de su padre adoptivo, Leif Haraldsson, Gandalf el Loco, padre de Aaricia, decide deshacerse de Thorgal para proclamarse rey de los vikingos y apropiarse de sus bienes heredados. Pero el muchacho huye porque ya nada le ata a su poblado. Sin embargo, Aaricia, la pequeña amiga que ya se encuentra enamorada de él, urde un plan para hacerle volver. Aparecerá un personaje que en la vida de adultos de los protagonistas tendrá protagonismo clave. De esta forma nos es contada una parte interesante de las enemistades del poblado de Thorgal.
HOLGANGA
La rivalidad de Bjorn, hermano de Aaricia, y Thorgal es el tema principal de este relato. Aquí queda más patente la astucia de la discreta Aaricia, y cómo su carácter es complementario al de Thorgal. Conoceremos algunas costumbres vikingas.
LAS LÁGRIMAS DE TJAHZI
Comienza con leyendas de los dioses nórdicos del Valhalla, y resume la historia de Vigrid. Este dios se encontrará con Aaricia y vivirán una aventura similar a la de Thor con el elfo de El Talismán en El Hijo de las Estrellas. Este hecho es, además, comentado por los jóvenes enamorados, en el sentido de que los dos tienen el mismo tipo de sueños. Con este cuento también nos explican muchos detalles que antes habían quedado por determinar, y se asienta la amistad y amor de los protagonistas.
Publicado originalmente en mi blog Spider Review el 20 de febrero de 2017.
Thorgal: Aaricia, de Rosinski y Van Hamme.
Norma Editorial, segunda edición, 2001. Thorgal #14. Colección Pandora #46.
Color, 48 páginas.
ISBN: 84-7904-204-4
Tripulación CosmoVersus
- Administro CosmoVersus y colaboro con la Editorial Gaspar & Rimbau, donde he publicado mi primera obra antológica 'Fantasía y terror de una mente equilibrada' y corregido y anotado los libros de los 'Viajes muy extraordinarios de Saturnino Farandoul', entre otras ocurrencias. Mis reseñas van más allá del mero apunte de si este o aquel libro me ha gustado mucho o no. Busco sorprender y animar a los lectores a leer y compartir mi experiencia personal con los libros, igual que los compañeros de CosmoVersus. Soy muy retro, y no por mi edad, pues a los 20 años ya estaba fuera de onda. Perdón por no evolucionar al ritmo de los tiempos, pero es que soy yo.
