‘La última lección sobre Cisneros’, de Gabriel Bermúdez Castillo (1978) [Reseña]

La última lección sobre Cisneros es un relato de Gabriel Bermúdez Castillo que destaca por su capacidad de estremecer al lector. De sabor ciberpunk y mensaje de anticipación, esta ficción merece un puesto en las mejores distopías de nuestras bibliotecas.

La última lección sobre Cisneros

Resulta impactante este relato de Gabriel, escrito el año en que nací, respecto a los años posteriores y que estamos viviendo. La última lección sobre Cisneros abre la puerta al debate en varios flancos: la censura, la escasez de recursos, la limitación de libertades básicas. Eso en una democracia, como hoy tanto se habla, no sucede. Pero siempre hay un comienzo, un primer paso. Y mirar al futuro es la mejor forma de reflexionar sobre el pasado y el presente.

En un futuro, se han descubierto los viajes en el tiempo. Esto ha sido oportuno para todos los países del mundo, que han decidido repartirse «eras» prehistóricas para poder hacer frente a la escasez de alimentos generalizada. Enviando colonias al pasado cultivan grandísimas extensiones de tierra que envían al Presente, junto con otros animales que puedan ser comestibles, como los ammonites o los trilobites, u otros reptiles.

En la colonia Nueva España 3, la señora Hidalgo, anciana maestra, es informada del desmantelamiento urgente de la colonia por razones ocultas por el gobierno español. Así comienza esta conmovedora historia, justo cuando Mercedes, ante los niños de su clase, expone su última lección: la historia del cardenal Francisco Jiménez de Cisneros.

Conexiones

Dejando a un lado la naturalidad con la que Gabriel usa los viajes en el tiempo en sus novelas y relatos (precisamente el viaje en el tiempo, hasta donde yo he leído, es la excusa de la historia, un ingrediente más, un instrumento, del que no explica más que la motivación por la que existe y que gracias a él, se desarrolla la historia), he encontrado una conexión con el relato Duerme, querido monstruo, incluido en el libro Instantes estelares (1994), del que podéis leer la escasa reseña que le dediqué en su día (mea culpa; en un futuro solventaré ese desastre).

Esta conexión es el escenario principal, el contexto donde se desarrollan las dos historias: el descubrimiento de una tecnología que, a largo plazo, alivia la escasez de alimentos mundial realizando viajes en el tiempo, a la Prehistoria, a millones y millones de años del Presente, para cultivar trigo, así como «importar» otros alimentos. En efecto, podría decirse que las dos se sitúan en la misma época o linea temporal, la misma realidad. No es la primera vez que Gabriel enlaza sus narraciones con pequeñas menciones. De eso hablaré en un futuro.

Alimento para el presente. Ammonites. Foto de cabrajurasica.com

Censura

Es el eje principal de desarrollo. Quizá en la época de Gabriel, aunque también ahora, son los gobiernos los que desean mantener a las personas que, digamos, desarrollan más su capacidad de crítica para que no «contaminen» a los demás. En este caso, los niños son los protegidos contra tal atrevimiento. Hoy en día, no son tanto los gobiernos como la masa de acémilas que berrean constantemente en las redes sociales contra todo aquello que parezca fuera de la norma de «no sabemos quién».

En 1978, fecha de publicación de esta obra, o en el futuro, según el relato, la educación veraz y documentada es evitada a toda costa para no manchar una imagen histórica del país por un gobierno rabioso de gloria y falacias. No anda muy lejos de nuestra actualidad, empecinados en borrar lo bueno y lo malo que ha tenido nuestro país y el resto del mundo. La justicia es un arma de doble filo. Mal aplicada puede volverse tan dictatorial como cualquier régimen opresor contra el que se luche.

Ese cuartito que usted tiene es una… esto… concesión especial. Es muy de agradecer. Nadie podrá sacarla de ahí. En todos los Ministerios pasa. yo vivo debajo de la escalera en la Dirección General de Transporte Intertemporal; es un sitio que no está mal; solo hay que cubrirlo con lonas… Pero mi mujer y mis hijos están muy satisfechos… naturalmente.

La última lección sobre Cisneros. Gabriel Bermúdez Castillo

¿Anticipación?

Tras acabar la lectura de La última lección sobre Cisneros, me atrapó una duda. ¿Estamos ante una anticipación? No creo que fuese la intención de Gabriel, pero lo que sí tengo claro es que pinta una capital, Madrid, de fuerte parecido con lo que tenemos en 2021. Un Madrid no sobrepoblado, sino extra-poblado, sucio, contaminado, muerto por los accidentes, la pobreza y la ruindad tanto de la propia ciudad como de sus gentes.

Mal que pese a mucha gente, y sin ánimo de ofender, he pasado varias temporadas viviendo en Madrid, y he de decir que sus calles atiborradas de gente, el frenético ritmo de vida, la contaminación, el ruido, el hacinamiento en viviendas indignas, la violencia y hostilidad… están a la orden del día para una persona que procure ser mínimamente crítica con lo que ve y que todo ello está perfectamente reflejado en La última lección sobre Cisneros. Dejando a un lado sus virtudes, que las tiene, y muchas, Madrid no ofrece para todos el paraíso que aparenta. Con esto quiero matizar que así como se ha elegido Madrid para el escenario turbio, podría haberse referido a cualquier otra capital del mundo en el caso de haber estado localizada la historia en otro país. Madrid es, simplemente, un ejemplo.

Mercedes Hidalgo

La protagonista, maestra abnegada y entregada, ciudadana notable, cuyo triste destino representa no a los que se oponen y no tienen fuerzas para seguir, sino a todos aquellos que puedan sentir algo tras leer este relato. Mercedes Hidalgo no es unas cuantas personas que haya por ahí. Es millones de personas y ciudadanos de este mundo y de otras épocas.

A Mercedes la conocemos un poco en la primera parte, durante la estancia en Nueva España 3. Pero al pasar a Madrid, se intensifica el significado de su labor como maestra, y todo lo que hemos conocido de ella con anterioridad pasa a un primer plano ante la vida que le han otorgado las autoridades. Tan perdida en Madrid como cualquier otro que llegue de una cultura diferente a la nuestra, absorbida por la falta de escrúpulos de la burocracia más agresiva y que aún hoy sigue vigente a pesar de poder realizar gestiones por internet, Mercedes irá desgranando la perversa realidad que desconocía en su feliz y apacible vida en la colonia.

Burocracia

Sin ir más lejos, nos reímos mucho con la película Asterix y las 12 pruebas (1976. Ver prueba número 8), más bien cuando al pequeño héroe le toca rellenar y presentar un formulario en unas oficinas. El caos que llena la pantalla en los siguientes minutos es, precisamente, la cara humorística de la desgracia en la que la señora Hidalgo se encuentra atrapada. Claramente, el mensaje es muy negativo, pero no por ello desalentador, a juzgar por sus últimas palabras con las que termina el relato, pues dan a entender que despierta en ella el espíritu de rebelión que nunca tuvo. Puede que el ruido de la ciudad apague su voz, pero precisamente, el ruido de la ciudad podrían ser millones de voces repitiendo todas, al unísono, la misma palabra.

¿Me permite un consejo, señora? Piense usted que a un gobierno no le gusta que le lleven la contraria, por muy democrático que sea.

La última lección sobre Cisneros. Gabriel Bermúdez Castillo

Ciberpunk español

Ya no es la imagen cívica sino el control al que están sometidos los ciudadanos en sus derechos básicos como el movimiento, el trabajo, la comida… Este es el típico escenario que todos reconocemos en historias ciberpunk, reflejadas en producciones tanto de cine norteamericano como anime japonés. Si le sumamos los viajes en el tiempo, tenemos la mezcla perfecta para los aficionados. No será el único pero Gabriel Bermúdez es el primer autor que leo que, aún estando en la transición (y antes) enmarca muchas de sus narraciones en escenarios genuinamente españoles. Y hablo de escritores que se han dedicado casi por completo a la ciencia ficción.

Asterix y Obelix casi se vuelven locos con la prueba del formulario. Foto de Twitter: Spanish Libertararian

Identidad literaria

Por otro lado, Gabriel comenzó su trayectoria de ciencia ficción en la década de los 70, que es donde ahora nos situamos. Publicó en este período El mundo Hókun, El señor de la Rueda, y este relato, La última lección sobre Cisneros. Pues bien, la opresión, limitación y censura son temas que preocupan notablemente a Gabriel en muchos de sus títulos, y bajo formas de lo más variadas posible. El abuso de poder ronda intensamente en cada página y cada hecho que nos cuenta.

Lo hemos visto en la crueldad de Demonios en el cielo, en las mentiras de El hombre estrella, en el ya mencionado compendio de relatos de Instantes estelares, en la dictadura médica de Salud mortal… y podría seguir. Aún me encuentro pendiente de leer más producción de Gabriel, lo que, de seguro, poco a poco el cuadro general del autor irá completándose.

Opinión final

No obstante, estas son mis palabras, no las de Gabriel. Pero el mensaje principal es algo en lo que todos estaremos de acuerdo: la libertad de expresión no debe ser coartada por nada. Aunque habría que entrar en duros debates sobre la misma, porque hasta la libertad de expresión tiene sus límites.

Si Gabriel tuvo etapas distintivas en su obra, estas me son todavía indescifrables, pero lo que sí se adivina de este temprano trabajo es su capacidad constante de crear personajes redondos, de sintetizar en pocas páginas todo un mundo de sensaciones y mensajes.

Sin pretender sonar muy maniqueo, los dos escenarios en los que transcurre La última lección sobre Cisneros encajan perfectamente en esa imagen del bien contra el mal: Nueva España 3 es un paraíso, un lugar de vida, de pureza y paz, una Arcadia casi inalcanzable truncada finalmente por los designios de los poderosos.

Al contrario, Madrid es perversa, inmoral, tóxica y mortal. El Infierno en la Tierra a todos los niveles, el nido de los poderosos, el final de todas las cosas. Con todo, considero este relato como la última lección sobre censura.

La última lección sobre Cisneros puede leerse en varias ediciones. La última y más reciente, al menos que yo conozca, es la que de Historia y antología de la Ciencia Ficción Española, de la que he reseñado la introducción.

Tripulación CosmoVersus

Marcos A. Palacios
Marcos A. Palacios
Administro CosmoVersus y colaboro con la Editorial Gaspar & Rimbau, donde he publicado mi primera obra antológica 'Fantasía y terror de una mente equilibrada' y corregido y anotado los libros de los 'Viajes muy extraordinarios de Saturnino Farandoul', entre otras ocurrencias. Mis reseñas van más allá del mero apunte de si este o aquel libro me ha gustado mucho o no. Busco sorprender y animar a los lectores a leer y compartir mi experiencia personal con los libros, igual que los compañeros de CosmoVersus. Soy muy retro, y no por mi edad, pues a los 20 años ya estaba fuera de onda. Perdón por no evolucionar al ritmo de los tiempos, pero es que soy yo.

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